Salmos 111-120


 
Salmos 111
 
  1   «Aleluya» Alabaré a Jehová con todo el corazón, en la compañía y congregación de los rectos.
  2   Grandes son las obras de Jehová; buscadas de todos los que se deleitan en ellas.
  3   Gloria y hermosura es su obra; y su justicia permanece para siempre.
  4   Hizo memorables sus maravillas; clemente y misericordioso es Jehová.
  5   Él ha dado alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su pacto.
  6   Él ha mostrado a su pueblo el poder de sus obras, dándoles la heredad de las naciones.
  7   Las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos;
  8   afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud.
  9   Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto: Santo y terrible es su nombre.
  10   El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra sus mandamientos: Su loor permanece para siempre.

 
Salmos 112
 
  1   «Aleluya» Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
  2   Su simiente será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita.
  3   Bienes y riquezas hay en su casa; y su justicia permanece para siempre.
  4   En las tinieblas resplandece luz a los rectos: Él es clemente, misericordioso y justo.
  5   El hombre de bien tiene misericordia y presta; conduce sus asuntos con juicio.
  6   Por lo cual no resbalará para siempre; en memoria eterna será el justo.
  7   No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.
  8   Afianzado está su corazón, no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo.
  9   Esparce, da a los pobres; su justicia permanece para siempre; su cuerno será ensalzado en gloria.
  10   Lo verá el impío, y se irritará; crujirá los dientes, y se consumirá; el deseo de los impíos perecerá.

 
Salmos 113
 
  1   «Aleluya» Alabad al Señor; oh siervos de Jehová, alabad el nombre de Jehová.
  2   Sea el nombre de Jehová bendito, desde ahora y para siempre.
  3   Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová.
  4   Excelso sobre todas las naciones es Jehová; sobre los cielos su gloria.
  5   ¿Quién como Jehová nuestro Dios, que mora en las alturas,
  6   que se humilla a mirar lo que hay en el cielo y en la tierra?
  7   Él levanta del polvo al pobre, y al menesteroso, alza del muladar,
  8   para hacerlos sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo.
  9   Él hace habitar en familia a la estéril, y que se goce en ser madre de hijos. Aleluya.

 
Salmos 114
 
  1   Cuando Israel salió de Egipto, la casa de Jacob del pueblo de lengua extraña,
  2   Judá fue su santuario, e Israel su señorío.
  3   El mar lo vio, y huyó; el Jordán se volvió atrás.
  4   Los montes saltaron como carneros; los collados como corderitos.
  5   ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
  6   Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, y vosotros, collados, como corderitos?
  7   A la presencia del Señor tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob;
  8   El cual cambió la peña en estanque de aguas, y en fuente de aguas la roca.

 
Salmos 115
 
  1   No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad.
  2   ¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios?
  3   Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho.
  4   Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.
  5   Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven;
  6   orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen;
  7   manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; ni hablan con su garganta;
  8   como ellos son los que los hacen, y cualquiera que en ellos confía.
  9   Oh Israel, confía en Jehová: Él es su ayuda y su escudo.
  10   Casa de Aarón, confiad en Jehová. Él es su ayuda y su escudo.
  11   Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová: Él es su ayuda y su escudo.
  12   Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá. Bendecirá a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón.
  13   Bendecirá a los que temen a Jehová; a chicos y a grandes.
  14   Jehová os prospere más y más, a vosotros y a vuestros hijos.
  15   Bendecidos sois de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.
  16   Los cielos son los cielos de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
  17   No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio;
  18   mas nosotros bendeciremos a JAH, desde ahora y para siempre. Aleluya.

 
Salmos 116
 
  1   Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas.
  2   Porque ha inclinado a mí su oído, por tanto, le invocaré mientras yo viva.
  3   Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del infierno; angustia y dolor había yo hallado.
  4   Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Te ruego, oh Jehová, libra mi alma.
  5   Clemente es Jehová y justo; sí, misericordioso es nuestro Dios.
  6   Jehová guarda a los simples; estaba yo postrado, y me salvó.
  7   Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque Jehová te ha hecho bien.
  8   Pues tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.
  9   Andaré delante de Jehová en la tierra de los vivientes.
  10   Creí; por tanto hablé, estando afligido en gran manera.
  11   Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.
  12   ¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?
  13   Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre de Jehová.
  14   Ahora pagaré mis votos a Jehová delante de todo su pueblo.
  15   Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.
  16   Oh Jehová, en verdad yo soy tu siervo, yo tu siervo, hijo de tu sierva: Tú desataste mis ataduras.
  17   Te ofreceré sacrificio de alabanza, e invocaré el nombre de Jehová.
  18   A Jehová pagaré ahora mis votos delante de todo su pueblo;
  19   en los atrios de la casa de Jehová, en medio de ti, oh Jerusalén. Aleluya.

 
Salmos 117
 
  1   Alabad a Jehová, naciones todas; pueblos todos, alabadle.
  2   Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; y la verdad de Jehová es para siempre. ¡Aleluya!

 
Salmos 118
 
  1   Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia.
  2   Diga ahora Israel, que para siempre es su misericordia.
  3   Diga ahora la casa de Aarón, que para siempre es su misericordia.
  4   Digan ahora los que temen a Jehová, que para siempre es su misericordia.
  5   Desde la angustia invoqué a JAH; y JAH me respondió, poniéndome en lugar espacioso.
  6   Jehová está de mi lado; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
  7   Jehová está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
  8   Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.
  9   Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes.
  10   Todas las naciones me rodearon; pero en el nombre de Jehová yo las destruiré.
  11   Me rodearon y me asediaron; pero en el nombre de Jehová, yo las destruiré.
  12   Me rodearon como abejas; se extinguieron como el fuego de espinos; en el nombre de Jehová, yo las destruiré.
  13   Me empujaste con violencia para que cayese; pero Jehová me ayudó.
  14   Mi fortaleza y mi canción es Jehová; y Él ha sido mi salvación.
  15   Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; la diestra de Jehová hace proezas.
  16   La diestra de Jehová es sublime: La diestra de Jehová hace proezas.
  17   No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH.
  18   Me castigó gravemente JAH; mas no me entregó a la muerte.
  19   Abridme las puertas de la justicia; entraré por ellas, alabaré a JAH.
  20   Ésta es la puerta de Jehová, por ella entrarán los justos.
  21   Te alabaré porque me has oído, y has sido mi salvación.
  22   La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo.
  23   De parte de Jehová es esto; es maravilloso a nuestros ojos.
  24   Éste es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él.
  25   Oh Jehová, salva ahora, te ruego; oh Jehová, te ruego que hagas prosperar ahora.
  26   Bendito el que viene en el nombre de Jehová; desde la casa de Jehová os bendecimos.
  27   Dios es Jehová que nos ha resplandecido: Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar.
  28   Mi Dios eres tú, y te alabaré: Dios mío, te exaltaré.
  29   Alabad a Jehová porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia.

 
Salmos 119
 
  1   ALEF. Bienaventurados los perfectos de camino; los que andan en la ley de Jehová.
  2   Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan:
  3   Pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos.
  4   Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos.
  5   ¡Oh que fuesen ordenados mis caminos para guardar tus estatutos!
  6   Entonces no sería yo avergonzado, cuando atendiese a todos tus mandamientos.
  7   Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia.
  8   Tus estatutos guardaré; no me dejes enteramente.
  9   BET. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
  10   Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes divagar de tus mandamientos.
  11   En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
  12   Bendito tú, oh Jehová; enséñame tus estatutos.
  13   Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
  14   Me he gozado en el camino de tus testimonios, más que sobre toda riqueza.
  15   En tus mandamientos meditaré, consideraré tus caminos.
  16   Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.
  17   GIMEL. Haz bien a tu siervo; para que viva y guarde tu palabra.
  18   Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
  19   Advenedizo soy yo en la tierra; no encubras de mí tus mandamientos.
  20   Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo.
  21   Destruiste a los soberbios malditos, que se desvían de tus mandamientos.
  22   Aparta de mí oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado.
  23   Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; mas tu siervo meditaba en tus estatutos.
  24   Pues tus testimonios son mi delicia, y mis consejeros.
  25   DALET. Mi alma está pegada al polvo; vivifícame según tu palabra.
  26   Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos.
  27   Hazme entender el camino de tus mandamientos, y hablaré de tus maravillas.
  28   Se deshace mi alma de ansiedad; fortaléceme según tu palabra.
  29   Aparta de mí el camino de mentira; y concédeme con gracia tu ley.
  30   Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.
  31   Me he apegado a tus testimonios; oh Jehová, no me avergüences.
  32   Por el camino de tus mandamientos correré, cuando tú ensanches mi corazón.
  33   HE. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
  34   Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la observaré de todo corazón.
  35   Guíame por la senda de tus mandamientos; porque en ella tengo mi voluntad.
  36   Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
  37   Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.
  38   Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.
  39   Quita de mí el oprobio que he temido; porque buenos son tus juicios.
  40   He aquí yo he anhelado tus mandamientos; vivifícame en tu justicia.
  41   VAV. Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; tu salvación, conforme a tu palabra.
  42   Y daré por respuesta al que me injuria, que en tu palabra he confiado.
  43   Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque en tus juicios he esperado.
  44   Y guardaré tu ley continuamente, eternamente y para siempre.
  45   Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
  46   Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.
  47   Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.
  48   Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.
  49   ZAYIN. Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
  50   Ésta es mi consuelo en mi aflicción; pues tu palabra me ha vivificado.
  51   Los soberbios se burlaron mucho de mí; mas no me he apartado de tu ley.
  52   Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, y me consolé.
  53   Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley.
  54   Cánticos han sido para mí tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones.
  55   Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová, y guardé tu ley.
  56   Esto tuve, porque guardé tus mandamientos.
  57   JET. Tú eres mi porción, oh Jehová, he dicho que guardaré tus palabras.
  58   Tu presencia supliqué de todo corazón; ten misericordia de mí según tu palabra.
  59   Consideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios.
  60   Me apresuré, y no me tardé en guardar tus mandamientos.
  61   Compañía de impíos me han robado; mas no me he olvidado de tu ley.
  62   A media noche me levantaba a alabarte por tus justos juicios.
  63   Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos.
  64   De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; enséñame tus estatutos.
  65   TET. Bien has hecho con tu siervo, oh Jehová, conforme a tu palabra.
  66   Enséñame buen sentido y sabiduría; porque tus mandamientos he creído.
  67   Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
  68   Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos.
  69   Contra mí forjaron mentira los soberbios; mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
  70   Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado.
  71   Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.
  72   Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.
  73   YOD. Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
  74   Los que te temen me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.
  75   Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
  76   Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.
  77   Vengan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi delicia.
  78   Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; mas yo, meditaré en tus mandamientos.
  79   Tórnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios.
  80   Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.
  81   KAF. Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra.
  82   Desfallecieron mis ojos por tu palabra, diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
  83   Porque estoy como el odre al humo; pero no he olvidado tus estatutos.
  84   ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
  85   Los soberbios han cavado hoyos para mí; mas no obran según tu ley.
  86   Todos tus mandamientos son verdad; sin causa me persiguen; ayúdame.
  87   Casi me han echado por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos.
  88   Vivifícame conforme a tu misericordia; y guardaré los testimonios de tu boca.
  89   LAMED. Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos.
  90   Por generación y generación es tu fidelidad; tú afirmaste la tierra, y permanece.
  91   Por tus ordenanzas permanecen todas las cosas hasta hoy, pues todas ellas te sirven.
  92   Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido.
  93   Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado.
  94   Tuyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos.
  95   Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo consideraré tus testimonios.
  96   A toda perfección he visto fin; extenso sobremanera es tu mandamiento.
  97   MEM. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
  98   Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque siempre están conmigo.
  99   Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios son mi meditación.
  100   Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos.
  101   De todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra.
  102   No me aparté de tus juicios; porque tú me enseñaste.
  103   ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.
  104   De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
  105   NUN. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
  106   Juré y ratifiqué que he de guardar tus justos juicios.
  107   Afligido estoy en gran manera: vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.
  108   Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables las ofrendas voluntarias de mi boca; y enséñame tus juicios.
  109   De continuo está mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley.
  110   Me tendieron lazo los impíos; pero yo no me desvié de tus mandamientos.
  111   Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón.
  112   Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.
  113   SAMEC. Los pensamientos vanos aborrezco; mas amo tu ley.
  114   Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.
  115   Apartaos de mí, malignos; pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
  116   Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no dejes que me avergüence de mi esperanza.
  117   Sostenme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos.
  118   Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos; porque mentira es su engaño.
  119   Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios.
  120   Mi carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.
  121   AIN. Juicio y justicia he hecho; no me abandones a mis opresores.
  122   Responde por tu siervo para bien; no permitas que me opriman los soberbios.
  123   Mis ojos desfallecieron por tu salvación, y por el dicho de tu justicia.
  124   Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.
  125   Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.
  126   Tiempo es de actuar, oh Jehová; porque han invalidado tu ley.
  127   Por tanto, amo tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.
  128   Por tanto, estimo rectos todos tus preceptos acerca de todas las cosas, y aborrezco todo camino de mentira.
  129   PE. Maravillosos son tus testimonios; por tanto, los ha guardado mi alma.
  130   El principio de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.
  131   Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.
  132   Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.
  133   Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
  134   Líbrame de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.
  135   Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.
  136   Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.
  137   TZADI. Justo eres tú, oh Jehová, y rectos tus juicios.
  138   Tus testimonios, que has encomendado, son rectos y muy fieles.
  139   Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
  140   Sumamente pura es tu palabra; y la ama tu siervo.
  141   Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos.
  142   Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la verdad.
  143   Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mi delicia.
  144   Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.
  145   COF. Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, y guardaré tus estatutos.
  146   A ti clamé; sálvame, y guardaré tus testimonios.
  147   Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra.
  148   Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.
  149   Oye mi voz conforme a tu misericordia; oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.
  150   Se me han acercado los que siguen la maldad; Lejos están de tu ley.
  151   Cercano estás tú, oh Jehová; y todos tus mandamientos son verdad.
  152   Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, que para siempre los has establecido.
  153   RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado.
  154   Aboga mi causa, y líbrame; vivifícame con tu palabra.
  155   Lejos está de los impíos la salvación; porque no buscan tus estatutos.
  156   Muchas son tus misericordias, oh Jehová; vivifícame conforme a tus juicios.
  157   Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; mas de tus testimonios no me he apartado.
  158   Veía a los prevaricadores, y me disgustaba; porque no guardaban tus palabras.
  159   Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia.
  160   El principio de tu palabra es verdad; y eterno es todo juicio de tu justicia.
  161   SIN. Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón está asombrado de tu palabra.
  162   Me gozo yo en tu palabra, como el que halla muchos despojos.
  163   La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo.
  164   Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia.
  165   Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo.
  166   Tu salvación he esperado, oh Jehová; y tus mandamientos he puesto por obra.
  167   Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.
  168   He guardado tus mandamientos y tus testimonios; porque todos mis caminos están delante de ti.
  169   TAU. Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra.
  170   Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu palabra.
  171   Mis labios rebosarán alabanza, cuando me hayas enseñado tus estatutos.
  172   Hablará mi lengua tus palabras; porque todos tus mandamientos son justicia.
  173   Que tu mano me ayude; Porque tus mandamientos he escogido.
  174   He deseado tu salvación, oh Jehová; y tu ley es mi delicia.
  175   Que viva mi alma y te alabe; y tus juicios me ayuden.
  176   Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.

 
Salmos 120
 
  1   «Cántico gradual» Clamé a Jehová en mi angustia, y Él me respondió.
  2   Libra mi alma, oh Jehová, de labio mentiroso, de la lengua engañosa.
  3   ¿Qué se te dará, o qué te aprovechará, oh lengua engañosa?
  4   Afiladas saetas de valiente, con brasas de enebro.
  5   ¡Ay de mí, que peregrino en Mesec, y habito entre las tiendas de Cedar!
  6   Mucho tiempo ha morado mi alma con los que aborrecen la paz.
  7   Yo soy pacífico: Mas cuando hablo, ellos están por la guerra.

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