Génesis 13-25


 
Génesis 13
 
  1   Subió, pues, Abram de Egipto hacia el sur, él y su esposa, con todo lo que tenía, y con él Lot.
  2   Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y oro.
  3   Y volvió por sus jornadas de la parte del sur hacia Betel, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Betel y Hai;
  4   al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.
  5   Y también Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, y vacas, y tiendas.
  6   Y la tierra no podía darles para que habitasen juntos: porque sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.
  7   Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.
  8   Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
  9   ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú vas a la mano derecha, yo iré a la izquierda.
  10   Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto entrando en Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.
  11   Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.
  12   Abram asentó en la tierra de Canaán, y Lot asentó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.
  13   Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.
  14   Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte, y el sur, al oriente y al occidente;
  15   Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu simiente para siempre.
  16   Y haré tu simiente como el polvo de la tierra; que si alguno podrá contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada.
  17   Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
  18   Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el alcornocal de Mamre, que es en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová.

 
Génesis 14
 
  1   Y aconteció en los días de Amrafel, rey de Sinar, Arioc, rey de Elasar, Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de naciones,
  2   que éstos hicieron guerra contra Bera, rey de Sodoma, y contra Birsa, rey de Gomorra, y contra Sinab, rey de Adma, y contra Semeber, rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.
  3   Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado.
  4   Doce años habían servido a Quedorlaomer, y al año decimotercero se rebelaron.
  5   Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Asterot Karnaim, a los zuzitas en Ham, y a los emitas en Save Quiriataim,
  6   y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.
  7   Y volvieron y vinieron a Emispat, que es Cades, y devastaron todas las haciendas de los amalecitas, y también al amorreo, que habitaba en Hazezón-tamar.
  8   Y salieron el rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Adma, y el rey de Zeboim, y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;
  9   es decir, contra Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de naciones, y Amrafel, rey de Sinar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.
  10   Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de betún; y huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, y cayeron allí; y los demás huyeron al monte.
  11   Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.
  12   Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.
  13   Y vino uno de los que escaparon, y lo dijo a Abram el hebreo, que habitaba en el valle de Mamre amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales estaban confederados con Abram.
  14   Y oyó Abram que su hermano estaba prisionero, y armó sus criados, los criados de su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.
  15   Y se derramó sobre ellos de noche él y sus siervos, y los hirió, y los fue siguiendo hasta Hobah, que está a la izquierda de Damasco.
  16   Y recobró todos los bienes, y también a Lot su hermano y sus bienes, y también a las mujeres y a la gente.
  17   Y cuando volvía de derrotar a Quedorlaomer y a los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el valle del Rey.
  18   Entonces Melquisedec, Rey de Salem, el cual era sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino,
  19   y le bendijo, y dijo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra;
  20   y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
  21   Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.
  22   Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra,
  23   que desde un hilo hasta la correa de un calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram;
  24   excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la porción de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol, y Mamre; los cuales tomarán su porción.

 
Génesis 15
 
  1   Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y soy tu galardón sobremanera grande.
  2   Y respondió Abram: Señor Jehová ¿qué me has de dar, siendo así que ando sin hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?
  3   Dijo más Abram: Mira que no me has dado hijos, y he aquí que es mi heredero uno nacido en mi casa.
  4   Y luego vino a él la palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede.
  5   Y le llevó fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente.
  6   Y creyó a Jehová, y Él se lo contó por justicia.
  7   Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.
  8   Y él respondió: Señor Jehová ¿en qué conoceré que la he de heredar?
  9   Y le dijo: Apártame una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.
  10   Y tomó él todas estas cosas, y las partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de otra; mas no partió las aves.
  11   Y descendían aves sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.
  12   Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el pavor de una grande oscuridad cayó sobre él.
  13   Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y servirá a los de allí y será afligida por cuatrocientos años.
  14   Mas también a la nación a quien servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con grande riqueza.
  15   Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
  16   Y en la cuarta generación volverán acá; porque la maldad del amorreo aún no ha llegado a su colmo.
  17   Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se dejó ver un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasó por entre los animales divididos.
  18   En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates;
  19   Los cineos, los cenezeos, los cadmoneos,
  20   los heteos, los ferezeos, los refaítas,
  21   los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.

 
Génesis 16
 
  1   Y Sarai, esposa de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.
  2   Dijo, pues, Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego que entres a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al dicho de Sarai.
  3   Y Sarai, esposa de Abram, tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio a Abram su marido por esposa.
  4   Y él cohabitó con Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
  5   Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo puse mi sierva en tu seno, y viéndose embarazada, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.
  6   Y respondió Abram a Sarai: He ahí tu sierva en tu mano, haz con ella lo que bien te pareciere. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.
  7   Y la halló el Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.
  8   Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.
  9   Y le dijo el Ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo de su mano.
  10   Le dijo también el Ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no será contada a causa de la multitud.
  11   Le dijo también el Ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.
  12   Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y las manos de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
  13   Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú Dios me ves; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
  14   Por lo cual llamó al pozo, Pozo del Viviente que me ve. He aquí está entre Cades y Bered.
  15   Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre de su hijo que le dio Agar, Ismael.
  16   Y era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.

 
Génesis 17
 
  1   Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, le apareció Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.
  2   Y yo estableceré mi pacto contigo, y te multiplicaré en gran manera.
  3   Entonces Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo:
  4   He aquí mi pacto es contigo: Serás padre de muchas naciones:
  5   Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
  6   Y te multiplicaré mucho en gran manera, y de ti haré naciones, y reyes saldrán de ti.
  7   Y estableceré mi pacto contigo y con tu simiente después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser Dios tuyo y de tu simiente después de ti.
  8   Y te daré a ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
  9   Y dijo Dios a Abraham: Tú guardarás mi pacto, tú y tu simiente después de ti en sus generaciones.
  10   Éste es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu simiente después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.
  11   Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.
  12   Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros en vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero de cualquier extranjero, que no fuere de tu simiente.
  13   Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo.
  14   Y el varón incircunciso que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será borrada de su pueblo; ha violado mi pacto.
  15   Dijo también Dios a Abraham: En cuanto a tu esposa Sarai, no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.
  16   Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos serán de ella.
  17   Entonces Abraham cayó sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de dar a luz?
  18   Y dijo Abraham a Dios: Te ruego que Ismael viva delante de ti.
  19   Y respondió Dios: Ciertamente Sara tu esposa te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él, y con su simiente después de él por pacto perpetuo.
  20   Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y le multiplicaré mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una nación grande.
  21   Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el cual Sara te dará a luz por este tiempo el año siguiente.
  22   Y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con Abraham.
  23   Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho.
  24   Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio.
  25   E Ismael su hijo era de trece años cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.
  26   En el mismo día fue circuncidado Abraham e Ismael su hijo.
  27   Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado por dinero del extranjero, fueron circuncidados con él.

 
Génesis 18
 
  1   Y le apareció Jehová en el valle de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
  2   Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se inclinó hacia la tierra,
  3   y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
  4   Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
  5   y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después pasaréis; porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
  6   Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
  7   Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a aderezarlo.
  8   Y tomó mantequilla y leche, y el becerro que había aderezado, y lo puso delante de ellos; y él estaba junto a ellos debajo del árbol; y comieron.
  9   Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu esposa? Y él respondió: Aquí en la tienda.
  10   Entonces dijo: De cierto volveré a ti según el tiempo de la vida, y he aquí, tendrá un hijo tu esposa Sara. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
  11   Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
  12   Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
  13   Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
  14   ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, según el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo.
  15   Entonces Sara negó diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
  16   Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma: y Abraham iba con ellos acompañándolos.
  17   Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
  18   habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
  19   Porque yo lo conozco, sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
  20   Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor de Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,
  21   descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
  22   Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; mas Abraham estaba aún delante de Jehová.
  23   Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
  24   Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
  25   Lejos de ti el hacer tal cosa, que hagas morir al justo con el impío y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
  26   Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor de ellos.
  27   Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza:
  28   Quizá faltarán de cincuenta justos cinco: ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.
  29   Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor de los cuarenta.
  30   Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare; quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.
  31   Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor de los veinte.
  32   Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor de los diez.
  33   Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham se volvió a su lugar.

 
Génesis 19
 
  1   Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo;
  2   Y dijo: Señores míos, he aquí os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, sino que en la plaza pasaremos la noche.
  3   Mas él porfió con ellos mucho, y se vinieron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura y comieron.
  4   Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.
  5   Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.
  6   Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró las puertas tras sí,
  7   y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.
  8   He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
  9   Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta.
  10   Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta.
  11   Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con ceguera; de modo que ellos se fatigaban buscando la puerta.
  12   Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar:
  13   Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo.
  14   Entonces salió Lot, y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba.
  15   Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu esposa, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.
  16   Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su esposa, y de las manos de sus dos hijas según la misericordia de Jehová para con él; y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad.
  17   Y fue que cuando los hubo llevado fuera, dijo: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.
  18   Pero Lot les dijo: No, yo te ruego, mi Señor.
  19   He aquí ahora ha hallado tu siervo gracia en tus ojos, y has engrandecido tu misericordia que has hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal y muera.
  20   He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; escaparé ahora allá ( ¿no es ella pequeña? ), y vivirá mi alma.
  21   Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.
  22   Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. Por esto fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar.
  23   El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar.
  24   Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos;
  25   y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
  26   Entonces la esposa de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
  27   Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová:
  28   Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
  29   Así fue que, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, se acordó Dios de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.
  30   Pero Lot subió de Zoar, y asentó en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedar en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas.
  31   Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra:
  32   Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y acostémonos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia.
  33   Y dieron a beber vino a su padre aquella noche; y entró la mayor, y se acostó con su padre; mas él no sintió cuando se acostó ella, ni cuando se levantó.
  34   El día siguiente dijo la mayor a la menor: He aquí, yo me acosté la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y acuéstate con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia.
  35   Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche; y se levantó la menor, y se acostó con él; y él no se dio cuenta cuando se acostó ella, ni cuando se levantó.
  36   Y concibieron las dos hijas de Lot, de su padre.
  37   Y la mayor dio a luz un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy.
  38   La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-amí, el cual es padre de los amonitas hasta hoy.

 
Génesis 20
 
  1   De allí partió Abraham a la tierra del sur, y asentó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar.
  2   Y dijo Abraham de Sara su esposa: Mi hermana es. Y Abimelec, rey de Gerar, envió y tomó a Sara.
  3   Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí muerto eres a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.
  4   Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también la gente justa?
  5   ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón, y con limpieza de mis manos he hecho esto.
  6   Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases.
  7   Ahora, pues, devuélvele su esposa a este hombre; porque él es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si tú no la devolvieres, sabe que de cierto morirás, con todo lo que fuere tuyo.
  8   Entonces Abimelec se levantó de mañana, y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.
  9   Después llamó Abimelec a Abraham y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? lo que no debiste hacer has hecho conmigo.
  10   Y dijo más Abimelec a Abraham: ¿Qué viste para que hicieses esto?
  11   Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi esposa.
  12   Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por esposa.
  13   Y fue que, cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Ésta es la merced que tú me harás, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.
  14   Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y lo dio a Abraham, y le devolvió a Sara su esposa.
  15   Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti, habita donde bien te pareciere.
  16   Y a Sara dijo: He aquí he dado mil piezas de plata a tu hermano; mira que él te es como velo de ojos para todos los que están contigo, y para con todos; así fue reprendida.
  17   Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su esposa, y a sus siervas, y tuvieron hijos.
  18   Porque había del todo cerrado Jehová toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara esposa de Abraham.

 
Génesis 21
 
  1   Y visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.
  2   Y Sara concibió y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.
  3   Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.
  4   Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.
  5   Y era Abraham de cien años, cuando le nació Isaac su hijo.
  6   Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
  7   Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara había de dar de mamar a hijos? pues que le he dado un hijo en su vejez.
  8   Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac.
  9   Y vio Sara al hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, que se burlaba.
  10   Por tanto dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo; pues el hijo de esta sierva no ha de heredar con mi hijo, con Isaac.
  11   Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo.
  12   Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.
  13   Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu simiente.
  14   Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella partió, y andaba errante por el desierto de Beerseba.
  15   Y faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un árbol;
  16   Y se fue y se sentó enfrente, alejándose como a un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho morirá: y se sentó enfrente, y alzó su voz y lloró.
  17   Y oyó Dios la voz del muchacho; y el Ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.
  18   Levántate, alza al muchacho, y tómalo en tus manos, porque haré de él una gran nación.
  19   Entonces abrió Dios sus ojos, y vio una fuente de agua; y fue, y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.
  20   Y Dios fue con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco.
  21   Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó esposa de la tierra de Egipto.
  22   Y aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol, príncipe de su ejército, a Abraham diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces.
  23   Ahora pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo, ni a mi nieto; sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo y con la tierra donde has peregrinado.
  24   Y respondió Abraham: Yo juraré.
  25   Y Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado.
  26   Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.
  27   Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos alianza.
  28   Y puso Abraham siete corderas del rebaño aparte.
  29   Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?
  30   Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sean en testimonio de que yo cavé este pozo.
  31   Por esto llamó a aquel lugar Beerseba; porque allí juraron ambos.
  32   Así hicieron alianza en Beerseba: y se levantó Abimelec y Ficol, príncipe de su ejército, y se volvieron a tierra de los filisteos.
  33   Y plantó Abraham un bosque en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno.
  34   Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos días.

 
Génesis 22
 
  1   Y aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
  2   Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
  3   Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos mozos suyos, y a Isaac su hijo: y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
  4   Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.
  5   Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a vosotros.
  6   Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo; y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
  7   Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
  8   Y respondió Abraham: Dios se proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
  9   Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y le puso en el altar sobre la leña.
  10   Y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar a su hijo.
  11   Entonces el Ángel de Jehová le dio voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
  12   Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ya conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único;
  13   Entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero a sus espaldas trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham, y tomó el carnero, y le ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
  14   Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
  15   Y el Ángel de Jehová llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo,
  16   y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único;
  17   bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá las puertas de sus enemigos:
  18   En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
  19   Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba.
  20   Y aconteció después de estas cosas, que fue dada nueva a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor tu hermano:
  21   A Uz su primogénito, y a Buz su hermano, y a Quemuel padre de Aram.
  22   Y a Quesed, y a Hazo, y a Pildas, y a Jidlaf, y a Betuel.
  23   Y Betuel engendró a Rebeca. Estos ocho hijos dio a luz Milca, a Nacor, hermano de Abraham.
  24   Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tahas y a Maaca.

 
Génesis 23
 
  1   Y fue la vida de Sara ciento veintisiete años; tantos fueron los años de la vida de Sara.
  2   Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán: y vino Abraham a hacer duelo a Sara y a llorarla.
  3   Y se levantó Abraham de delante de su muerta, y habló a los hijos de Het, diciendo:
  4   Peregrino y advenedizo soy entre vosotros; dadme heredad de sepultura con vosotros, y sepultaré mi muerta de delante de mí.
  5   Y respondieron los hijos de Het a Abraham, y le dijeron:
  6   Escúchanos, señor mío, eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestras sepulturas sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te impedirá su sepultura, para que entierres tu muerta.
  7   Y Abraham se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Het;
  8   Y habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad que yo sepulte mi muerta de delante de mí, oídme, e interceded por mí con Efrón, hijo de Zoar,
  9   para que me dé la cueva de Macpela, que tiene al cabo de su heredad; que por su justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros.
  10   Este Efrón se hallaba entre los hijos de Het: y respondió Efrón heteo a Abraham, en oídos de los hijos de Het, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo:
  11   No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; delante de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta.
  12   Y Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra.
  13   Y respondió a Efrón en oídos del pueblo de la tierra, diciendo: Antes, si te place, te ruego que me oigas; yo daré el precio de la heredad, tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerta.
  14   Y respondió Efrón a Abraham, diciéndole:
  15   Señor mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata; ¿qué es esto entre tú y yo? Entierra, pues, tu muerta.
  16   Entonces Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo, oyéndolo los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes.
  17   Y la heredad de Efrón que estaba en Macpela enfrente de Mamre, la heredad y la cueva que estaban en ella, y todos los árboles que había en la heredad, y en todo su término al derredor, quedaron asegurados
  18   a Abraham en posesión, a vista de los hijos de Het, y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad.
  19   Y después de esto sepultó Abraham a Sara su esposa en la cueva de la heredad de Macpela enfrente de Mamre, que es Hebrón en la tierra de Canaán.
  20   Así Abraham adquirió de los hijos de Het el campo y la cueva que había en él, como una propiedad para sepultura.

 
Génesis 24
 
  1   Y Abraham era viejo y bien entrado en días; y Jehová había bendecido a Abraham en todo.
  2   Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
  3   y te haré jurar por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no has de tomar esposa para mi hijo de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;
  4   Sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás esposa para mi hijo Isaac.
  5   Y el criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra: ¿volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
  6   Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.
  7   Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; Él enviará su ángel delante de ti, y tú tomarás de allá esposa para mi hijo.
  8   Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.
  9   Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este asunto.
  10   Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, pues tenía a su disposición todos los bienes de su señor: y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
  11   E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, a la hora en que salen las doncellas por agua.
  12   Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.
  13   He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua:
  14   Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba; y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
  15   Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca, esposa de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.
  16   Y la doncella era de muy hermoso aspecto, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
  17   Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
  18   Y ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.
  19   Y cuando acabó de darle a beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
  20   Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
  21   Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado o no su viaje.
  22   Y fue que como los camellos acabaron de beber, le presentó el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,
  23   y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego me digas, ¿hay lugar en casa de tu padre donde posemos?
  24   Y ella respondió: Soy hija de Betuel, hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor.
  25   Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
  26   El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová.
  27   Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó su misericordia y su verdad de mi amo, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo.
  28   Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
  29   Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera al hombre, a la fuente:
  30   Y fue que como vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre; vino a él: y he aquí que él estaba junto a los camellos a la fuente.
  31   Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? yo he limpiado la casa, y el lugar para los camellos.
  32   Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían.
  33   Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
  34   Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham;
  35   y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido: y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
  36   Y Sara, la esposa de mi amo, en su vejez dio a luz un hijo a mi señor, a quien le ha dado todo cuanto tiene.
  37   Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás esposa para mi hijo de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;
  38   sino que irás a la casa de mi padre, y a mi parentela, y tomarás esposa para mi hijo.
  39   Y yo dije a mi señor: Quizás la mujer no querrá seguirme.
  40   Entonces él me respondió: Jehová, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás esposa para mi hijo de mi linaje y de la casa de mi padre:
  41   Entonces serás libre de mi juramento, cuando hubieres llegado a mi linaje; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento.
  42   Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando;
  43   he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere a sacar agua, a la cual dijere: Dame a beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro;
  44   y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor.
  45   Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des a beber.
  46   Y prestamente bajó su cántaro de sobre su hombro, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré a beber. Y bebí; y también dio de beber a mis camellos.
  47   Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel, hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente sobre su nariz, y brazaletes sobre sus manos:
  48   Y me incliné, y adoré a Jehová, y bendije a Jehová, Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
  49   Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la derecha o a la izquierda.
  50   Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.
  51   He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea esposa del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.
  52   Y aconteció que cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó a tierra, y adoró a Jehová.
  53   Y sacó el criado vasos de plata y vasos de oro y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
  54   Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Enviadme a mi señor.
  55   Entonces respondió su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.
  56   Y él les dijo: No me detengáis, pues que Jehová ha prosperado mi camino; despachadme para que me vaya a mi señor.
  57   Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle.
  58   Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.
  59   Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus hombres.
  60   Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Nuestra hermana eres; sé madre de millares de millares, y tu generación posea la puerta de sus enemigos.
  61   Se levantó entonces Rebeca y sus mozas, y subieron sobre los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se fue.
  62   Y venía Isaac del Pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en la tierra del sur.
  63   Y había salido Isaac a orar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.
  64   Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello;
  65   porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Éste es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.
  66   Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho.
  67   Y la introdujo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por esposa; y la amó. Y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.

 
Génesis 25
 
  1   Y Abraham tomó otra esposa, cuyo nombre era Cetura;
  2   la cual le dio a luz a Zimram, a Jocsán, a Medán, a Madián, a Isbac y a Súa.
  3   Y Jocsán engendró a Seba y a Dedán; y los hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.
  4   Y cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había mellizos en su vientre.
  5   Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac.
  6   Y a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, cuando aún él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental.
  7   Y éstos fueron los días de vida que vivió Abraham; ciento setenta y cinco años.
  8   Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de días y fue unido a su pueblo.
  9   Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón, hijo de Zoar heteo, que está enfrente de Mamre;
  10   Heredad que compró Abraham de los hijos de Het; allí fue Abraham sepultado, y Sara su esposa.
  11   Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo: y habitó Isaac junto al Pozo del Viviente que me ve.
  12   Y éstas son las generaciones de Ismael, hijo de Abraham, que le dio a luz Agar egipcia, sierva de Sara:
  13   Éstos, pues, son los nombres de los hijos de Ismael, por sus nombres, por sus linajes: El primogénito de Ismael, Nebaiot; luego Cedar, Abdeel, Mibsam,
  14   Misma, Duma, Massa,
  15   Hadad, Tema, Jetur, Nafis y Cedema.
  16   Éstos son los hijos de Ismael, y éstos sus nombres por sus villas y por sus campamentos; doce príncipes por sus familias.
  17   Y éstos fueron los años de la vida de Ismael, ciento treinta y siete años: y exhaló el espíritu Ismael, y murió; y fue unido a su pueblo.
  18   Y habitaron desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto viniendo a Asiria; y murió en presencia de todos sus hermanos.
  19   Y éstas son las generaciones de Isaac, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac.
  20   Y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por esposa a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padan-aram, hermana de Labán arameo.
  21   Y oró Isaac a Jehová por su esposa, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su esposa.
  22   Y los hijos se combatían dentro de ella; y dijo: Si es así ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová.
  23   Y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas: Y el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor.
  24   Y cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había mellizos en su vientre.
  25   Y salió el primero rubio, y todo él velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú.
  26   Y después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú: y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.
  27   Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas.
  28   Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; pero Rebeca amaba a Jacob.
  29   Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,
  30   dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese potaje rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto, fue llamado su nombre Edom.
  31   Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.
  32   Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
  33   Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.
  34   Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú su primogenitura.

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