Josué 9-16


 
Josué 9
 
  1   Y aconteció que como oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa del Mar Grande delante del Líbano, los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos, y jebuseos;
  2   se juntaron a una, de un acuerdo, para pelear contra Josué e Israel.
  3   Mas los moradores de Gabaón, como oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai,
  4   ellos usaron también de astucia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y odres viejos de vino, rotos y remendados,
  5   y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestiduras viejas sobre sí; y todo el pan que traían para el camino, seco y mohoso.
  6   Así vinieron a Josué al campo en Gilgal, y le dijeron a él y a los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana: haced pues ahora con nosotros alianza.
  7   Y los de Israel respondieron a los heveos: Quizá vosotros habitáis en medio de nosotros, ¿cómo, pues, podremos nosotros hacer alianza con vosotros?
  8   Y ellos respondieron a Josué: Nosotros somos tus siervos. Y Josué les dijo: ¿Quiénes sois vosotros y de dónde venís?
  9   Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de muy lejanas tierras, por la fama de Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todas las cosas que hizo en Egipto,
  10   y todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán; a Sehón rey de Hesbón, y a Og rey de Basán, que estaba en Astarot.
  11   Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el camino, e id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros siervos, y haced ahora con nosotros alianza.
  12   Este nuestro pan lo tomamos caliente de nuestras casas para el camino el día que salimos para venir a vosotros; y helo aquí ahora está seco y mohoso.
  13   Estos odres de vino también los llenamos nuevos; y helos aquí, ya están rotos; también estas nuestras vestiduras y nuestros zapatos están ya viejos a causa de lo muy largo del camino.
  14   Y los hombres de Israel tomaron de su provisión del camino, y no consultaron a la boca de Jehová.
  15   Y Josué hizo paz con ellos, y concertó con ellos que les dejaría la vida: también los príncipes de la congregación les juraron.
  16   Pasados tres días después que hicieron con ellos el concierto, oyeron que eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos.
  17   Y partieron los hijos de Israel, y al tercer día llegaron a sus ciudades; y sus ciudades eran Gabaón, Cefira, Beerot y Quiriat-jearim.
  18   Y no los hirieron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes.
  19   Mas todos los príncipes respondieron a toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová Dios de Israel; por tanto, ahora no les podemos tocar.
  20   Esto haremos con ellos: les dejaremos vivir, para que no venga ira sobre nosotros a causa del juramento que les hemos hecho.
  21   Y los príncipes les dijeron: Vivan; mas sean leñadores y aguadores para toda la congregación, como los príncipes les han dicho.
  22   Y llamándolos Josué, les habló diciendo: ¿Por qué nos habéis engañado, diciendo: Habitamos muy lejos de vosotros, cuando moráis en medio de nosotros?
  23   Ahora, pues, vosotros sois malditos, y ninguno de vosotros será exento de ser siervo, y de ser leñador y sacar el agua para la casa de mi Dios.
  24   Y ellos respondieron a Josué, y dijeron: Como fue dado a entender a tus siervos, que Jehová tu Dios había mandado a Moisés su siervo que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto temimos en gran manera de vosotros por nuestras vidas, e hicimos esto.
  25   Ahora pues, henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo.
  26   Y él lo hizo así; que los libró de la mano de los hijos de Israel, para que no los matasen.
  27   Y los constituyó Josué aquel día por leñadores y aguadores para la congregación y para el altar de Jehová, en el lugar que Él escogiese; lo que son hasta hoy.

 
Josué 10
 
  1   Y cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la habían asolado ( como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey ), y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos;
  2   tuvieron gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes.
  3   Envió pues a decir Adonisedec rey de Jerusalén, a Oham rey de Hebrón, y a Piream rey de Jarmut, y a Jafía rey de Laquis, y a Debir rey de Eglón:
  4   Subid a mí, y ayudadme, y combatamos a Gabaón: porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.
  5   Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis, el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon frente a Gabaón, y pelearon contra ella.
  6   Y los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campo en Gilgal: No niegues dar la mano a tus siervos; sube prestamente a nosotros para guardarnos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas, se han juntado contra nosotros.
  7   Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.
  8   Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parará delante de ti.
  9   Y Josué vino a ellos de repente, toda la noche subió desde Gilgal.
  10   Y Jehová los turbó delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón: y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.
  11   Y cuando iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada.
  12   Entonces Josué habló a Jehová el día que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ajalón.
  13   Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta tanto que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.
  14   Y nunca fue tal día antes ni después de aquél, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre: porque Jehová peleaba por Israel.
  15   Y Josué, y todo Israel con él, se volvían al campo en Gilgal.
  16   Pero los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda.
  17   Y fue dicho a Josué que los cinco reyes habían sido hallados en una cueva en Maceda.
  18   Entonces Josué dijo: Rodad grandes piedras a la boca de la cueva, y poned hombres junto a ella que los guarden;
  19   Y vosotros no os paréis, sino seguid a vuestros enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades; porque Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.
  20   Y aconteció que como Josué y los hijos de Israel hubieron acabado de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.
  21   Y todo el pueblo se volvió salvo al campo a Josué en Maceda; que no hubo quien moviese su lengua contra los hijos de Israel.
  22   Entonces dijo Josué: Abrid la boca de la cueva, y sacadme de ella a estos cinco reyes.
  23   Y lo hicieron así, y le sacaron de la cueva aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquis, al rey de Eglón.
  24   Y cuando hubieron sacado estos reyes a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Llegad y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se llegaron, y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.
  25   Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes: porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.
  26   Y después de esto Josué los hirió y los mató, y los hizo colgar en cinco maderos; y quedaron colgados en los maderos hasta la tarde.
  27   Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitasen de los maderos, y los echasen en la cueva donde se habían escondido: y pusieron grandes piedras a la boca de la cueva, que permanecen hasta hoy.
  28   En aquel mismo día tomó Josué a Maceda, y la hirió a filo de espada, y mató a su rey; a ellos y a todas las almas que había en ella, sin quedar nada; e izo al rey de Maceda como había hecho al rey de Jericó.
  29   Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna:
  30   Y Jehová la entregó también a ella y a su rey en manos de Israel; y la hirió a filo de espada, con todas las almas que había en ella, sin quedar nada; e hizo a su rey de la manera que había hecho al rey de Jericó.
  31   Y Josué, y todo Israel con él, pasó de Libna a Laquis, y acampó contra ella, y la combatió.
  32   Y Jehová entregó a Laquis en mano de Israel, y la tomó al día siguiente, y la hirió a filo de espada, con todas las almas que había en ella, como había hecho en Libna.
  33   Entonces Horam, rey de Gezer, subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo hirió Josué, hasta no quedar ninguno de ellos.
  34   De Laquis pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón; y acamparon contra ella, y la combatieron.
  35   Y la tomaron el mismo día, y la metieron a espada; y aquel día mató a todas las almas que había en ella, como había hecho en Laquis.
  36   Subió luego Josué, y todo Israel con él, de Eglón a Hebrón, y la combatieron;
  37   Y tomándola, la hirieron a filo de espada, a su rey y a todas sus ciudades, con todas las almas que había en ella, sin quedar nada; como habían hecho a Eglón, así la destruyeron con todo lo que en ella tenía vida.
  38   Después volvió Josué, y todo Israel con él, contra Debir, y combatió contra ella;
  39   y la tomó, y a su rey, y a todas sus ciudades; y los hirieron a filo de espada, y destruyeron todas las almas que había en ella, sin quedar nada; como había hecho a Hebrón, así hizo a Debir y a su rey; y como había hecho a Libna y a su rey.
  40   Hirió, pues, Josué toda la región de las montañas, y del sur, y de la llanura, y de las cuestas, y a todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que tenía vida mató, como Jehová Dios de Israel lo había mandado.
  41   Y los hirió Josué desde Cades-barnea hasta Gaza, y toda la tierra de Gosén hasta Gabaón.
  42   Todos estos reyes y sus tierras tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel.
  43   Y se volvió Josué, y todo Israel con él, al campo en Gilgal.

 
Josué 11
 
  1   Oyendo esto Jabín rey de Hazor, envió mensaje a Jobab rey de Madón, y al rey de Simrón, y al rey de Acsaf,
  2   y a los reyes que estaban en el norte de las montañas, y en la llanura del sur de Cineret, y en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente;
  3   Y al cananeo que estaba al oriente y al occidente, y al amorreo, y al heteo, y al ferezeo, y al jebuseo en las montañas, y al heveo debajo de Hermón en tierra de Mizpa.
  4   Éstos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar, con gran muchedumbre de caballos y carros.
  5   Todos estos reyes se juntaron, y viniendo reunieron los campos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel.
  6   Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, que mañana a esta hora yo entregaré a todos éstos, muertos delante de Israel: a sus caballos desjarretarás, y sus carros quemarás al fuego.
  7   Y vino Josué, y con él todo el pueblo de guerra, contra ellos, y dio de repente sobre ellos junto a las aguas de Merom.
  8   Y los entregó Jehová en manos de Israel, los cuales los hirieron y siguieron hasta Sidón la grande, y hasta las aguas calientes, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.
  9   Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó al fuego.
  10   Y volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Hazor, e hirió a espada a su rey; pues Hazor había sido antes cabeza de todos estos reinos.
  11   E hirieron a espada a todas las almas que había en ella, destruyendo y no dejando cosa con vida; y a Hazor pusieron a fuego.
  12   Asimismo tomó Josué todas las ciudades de estos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, tal como Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado.
  13   Pero a todas las ciudades que estaban sobre sus colinas, no las quemó Israel, con la única excepción de Hazor, la cual quemó Josué.
  14   Y los hijos de Israel tomaron para sí todo el despojo y bestias de estas ciudades: pero a todos los hombres metieron a espada hasta destruirlos, sin dejar alguno con vida.
  15   De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué: y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.
  16   Tomó, pues, Josué toda aquella tierra, las montañas, y toda la región del sur, y toda la tierra de Gosén, y los bajos y los llanos, y las montañas de Israel y sus valles.
  17   Desde el monte de Halac, que sube hasta Seir, hasta Baal-gad en la llanura del Líbano, a las raíces del monte Hermón; tomó asimismo todos sus reyes, los cuales hirió y mató.
  18   Por muchos días tuvo guerra Josué con estos reyes.
  19   No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, salvo los heveos, que moraban en Gabaón; todo lo tomaron por guerra.
  20   Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, antes fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés.
  21   También en el mismo tiempo vino Josué y destruyó los anaceos de los montes, de Hebrón, de Debir, y de Anab, y de todos los montes de Judá, y de todos los montes de Israel: Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades.
  22   Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat, y en Asdod.
  23   Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia, conforme a sus repartimientos de sus tribus: y la tierra reposó de guerra.

 
Josué 12
 
  1   Éstos son los reyes de la tierra que los hijos de Israel hirieron, y cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán al nacimiento del sol, desde el arroyo de Arnón hasta el monte Hermón, y toda la llanura oriental:
  2   Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, y señoreaba desde Aroer, que está a la ribera del arroyo de Arnón, y desde en medio del arroyo, y la mitad de Galaad, hasta el arroyo Jaboc, el término de los hijos de Amón;
  3   Y desde el Arabá hasta el mar de Cineret, al oriente; y hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, al oriente, por el camino de Bet-jesimot; y desde el sur debajo de las vertientes del Pisga.
  4   Y el territorio de Og rey de Basán, que había quedado de los refaítas, el cual habitaba en Astarot y en Edrei,
  5   y señoreaba en el monte de Hermón, y en Salca, y en todo Basán hasta los términos de los gesuritas y de los maacatitas, y la mitad de Galaad, término de Sehón rey de Hesbón.
  6   A éstos hirieron Moisés siervo de Jehová y los hijos de Israel; y Moisés siervo de Jehová dio aquella tierra en posesión a los rubenitas, gaditas, y a la media tribu de Manasés.
  7   Y éstos son los reyes de la tierra que hirió Josué con los hijos de Israel, de este lado del Jordán al occidente, desde Baal-gad en el valle del Líbano hasta el monte de Halac que sube a Seir; y cuya tierra dio Josué en posesión a las tribus de Israel, conforme a sus divisiones;
  8   en las montañas y en valles, en las llanuras y en las vertientes, en el desierto y en el sur; el heteo, el amorreo, el cananeo, el ferezeo, el heveo y el jebuseo.
  9   El rey de Jericó, uno; el rey de Hai, que está al lado de Betel, otro;
  10   el rey de Jerusalén, otro; el rey de Hebrón, otro:
  11   el rey de Jarmut, otro; el rey de Laquis, otro;
  12   el rey de Eglón, otro; el rey de Gezer, otro;
  13   el rey de Debir, otro; el rey de Geder, otro;
  14   el rey de Horma, otro; el rey de Arad, otro;
  15   el rey de Libna, otro; el rey de Adulam, otro;
  16   el rey de Maceda, otro; el rey de Betel, otro;
  17   el rey de Tapúa, otro; el rey de Hefer, otro;
  18   el rey de Afec, otro; el rey de Sarón, otro;
  19   el rey de Madón, otro; el rey de Hazor, otro;
  20   el rey de Simrom-meron, otro; el rey de Acsaf, otro;
  21   el rey de Taanac, otro; el rey de Meguido, otro;
  22   el rey de Cedes, otro; el rey de Jocneam del Carmelo, otro;
  23   el rey de Dor, de la provincia de Dor, otro; el rey de las naciones en Gilgal, otro;
  24   el rey de Tirsa, otro; treinta y un reyes en total.

 
Josué 13
 
  1   Y siendo Josué ya viejo, entrado en días, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por poseer.
  2   Ésta es la tierra que queda; todos los términos de los filisteos, y todos los de los gesuritas;
  3   desde Sihor, que está delante de Egipto, hasta el término de Ecrón al norte, que se considera de los cananeos; de los cinco príncipes de los filisteos; el gazeo, el asdodeo, el ascaloneo, el geteo y el ecroneo; también los aveos;
  4   al sur toda la tierra de los cananeos, y Mehara que es de los sidonios, hasta Afec, hasta el término del amorreo;
  5   y la tierra de los giblitas, y todo el Líbano hacia donde sale el sol, desde Baal-gad a las raíces del monte Hermón, hasta entrar en Hamat;
  6   a todos los que habitan en las montañas desde el Líbano hasta las aguas calientes, a todos los sidonios; yo los desarraigaré delante de los hijos de Israel; solamente reparte tú por suerte la tierra a los israelitas como heredad, tal como te he mandado.
  7   Reparte, pues, tú ahora esta tierra en heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de Manasés.
  8   Porque la otra media recibió su heredad con los rubenitas y gaditas, la cual les dio Moisés al otro lado del Jordán al oriente, tal como se la dio Moisés siervo de Jehová;
  9   desde Aroer, que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en medio del arroyo, y toda la llanura de Medeba, hasta Dibón;
  10   y todas las ciudades de Sehón rey de los amorreos, el cual reinó en Hesbón, hasta los términos de los hijos de Amón;
  11   y Galaad, y los términos de los gesuritas y de los maacatitas, y todo el monte de Hermón, y toda la tierra de Basán hasta Salca.
  12   Todo el reino de Og en Basán, el cual reinó en Astarot y Edrei, el cual había quedado del resto de los refaítas; pues Moisés los hirió, y los echó.
  13   Mas a los gesuritas y maacatitas no echaron los hijos de Israel; sino que los gesuritas y los maacatitas habitaron entre los israelitas hasta hoy.
  14   Sólo a la tribu de Leví no dio heredad; los sacrificios de Jehová Dios de Israel son su heredad, como Él les había dicho.
  15   Y Moisés dio heredad a la tribu de los hijos de Rubén conforme a sus familias.
  16   Y fue el territorio de ellos desde Aroer, que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura hasta Medeba;
  17   Hesbón, con todas sus ciudades que están en la llanura; Dibón, y Bamot-baal, y Bet-baal-meón;
  18   y Jahaza, y Cademot, y Mefaat,
  19   y Quiriataim, y Sibma y Zeretshahar en el monte del valle,
  20   y Bet-peor, y Asdot-pisga y Bet-jesimot,
  21   y todas las ciudades de la llanura, y todo el reino de Sehón rey de los amorreos, que reinó en Hesbón, al cual hirió Moisés, y a los príncipes de Madián, Hevi, Requem, Zur, Hur y Reba, príncipes de Sehón que habitaban en aquella tierra.
  22   También mataron a espada los hijos de Israel a Balaam el adivino, hijo de Beor, con los demás que mataron.
  23   Y fueron los términos de los hijos de Rubén el Jordán con su término. Ésta fue la heredad de los hijos de Rubén conforme a sus familias, estas ciudades con sus aldeas.
  24   Moisés también dio heredad a la tribu de Gad, a los hijos de Gad, conforme a sus familias.
  25   Y el término de ellos fue Jazer, y todas las ciudades de Galaad, y la mitad de la tierra de los hijos de Amón hasta Aroer, que está delante de Rabá.
  26   Y desde Hesbón hasta Ramat-mispe, y Betonim; y desde Mahanaim hasta el término de Debir:
  27   Y el valle de Bet-aram, y Bet-nimra, y Sucot, y Safón, resto del reino de Sehón, rey en Hesbón; el Jordán y su término hasta el cabo del mar de Cineret al otro lado del Jordán, al oriente.
  28   Ésta es la heredad de los hijos de Gad, por sus familias, estas ciudades con sus aldeas.
  29   También dio Moisés heredad a la media tribu de Manasés; y fue de la media tribu de los hijos de Manasés, conforme a sus familias.
  30   El término de ellos fue desde Mahanaim, todo Basán, todo el reino de Og rey de Basán, y todas las aldeas de Jair que están en Basán, sesenta poblaciones.
  31   Se dio además la mitad de Galaad, y Astarot, y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán, a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, a la mitad de los hijos de Maquir conforme a sus familias.
  32   Estos son los territorios que Moisés repartió en heredad en los llanos de Moab, del otro lado del Jordán de Jericó, al oriente.
  33   Mas Moisés no dio heredad a la tribu de Leví; Jehová Dios de Israel fue la heredad de ellos como Él les había dicho.

 
Josué 14
 
  1   Éstos, pues, son los territorios que los hijos de Israel tomaron por heredad en la tierra de Canaán, lo cual les repartieron Eleazar sacerdote, y Josué hijo de Nun, y los principales de los padres de las tribus de los hijos de Israel.
  2   Por suerte se les dio su heredad, como Jehová lo había mandado por Moisés, que diese a las nueve tribus y a la media tribu.
  3   Porque a las dos tribus, y a la media tribu, Moisés les había dado heredad al otro lado del Jordán; mas a los levitas no dio heredad entre ellos.
  4   Porque los hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Efraín; y no dieron parte a los levitas en la tierra, sino ciudades en que morasen, con sus ejidos para sus ganados y rebaños.
  5   De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel en la repartición de la tierra.
  6   Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.
  7   Yo tenía cuarenta años de edad cuando Moisés, siervo de Jehová, me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le referí el asunto como lo tenía en mi corazón.
  8   Mas mis hermanos, los que habían subido conmigo, menguaron el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.
  9   Entonces Moisés juró, diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.
  10   Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como Él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy día soy de ochenta y cinco años;
  11   pero aún hoy estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era entonces mi fuerza, tal es ahora, para la guerra, y para salir y para entrar.
  12   Dame, pues, ahora esta montaña, de la cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y ciudades grandes y fuertes. Quizá Jehová será conmigo, y los echaré como Jehová ha dicho.
  13   Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.
  14   Por tanto, Hebrón fue de Caleb, hijo de Jefone cenezeo, en heredad hasta hoy; porque siguió cumplidamente a Jehová Dios de Israel.
  15   Mas Hebrón fue antes llamada Quiriat-arba; fue Arba un hombre grande entre los anaceos. Y la tierra tuvo reposo de las guerras.

 
Josué 15
 
  1   Y la parte que tocó en suerte a la tribu de los hijos de Judá, por sus familias, se extendía hasta el término de Edom en el desierto de Zin hacia el sur, éste era el extremo sur.
  2   Y su frontera sur era desde la costa del Mar Salado, desde la bahía que mira hacia el sur;
  3   y salía hacia el sur de la subida de Acrabim, pasando hasta Zin; y subiendo por el sur hasta Cades-barnea, pasaba a Hezrón, y subiendo por Adar daba vuelta a Carca.
  4   De allí pasaba a Asmón, y salía al arroyo de Egipto; y sale este término al occidente. Éste, pues, os será el término del sur.
  5   El término del oriente es el Mar Salado hasta el fin del Jordán. Y el término de la parte del norte, desde la bahía del mar, desde el fin del Jordán:
  6   y sube este término por Bet-hogla, y pasa del norte a Bet-araba, y de aquí sube este término a la piedra de Bohán, hijo de Rubén.
  7   Y torna a subir este término a Debir desde el valle de Acor; y al norte mira sobre Gilgal, que está delante de la subida de Adumín, la cual está al sur del arroyo; y pasa este término a las aguas de Ensemes, y sale a la fuente de Rogel:
  8   Y sube este término por el valle del hijo de Hinom al lado sur del jebuseo; ésta es Jerusalén. Luego sube este término por la cumbre del monte que está delante del valle de Hinom hacia el occidente, el cual está en el extremo del valle de los gigantes hacia el norte.
  9   Y rodea este término desde la cumbre del monte hasta la fuente de las aguas de Neftoa, y sale a las ciudades del monte de Efrón, rodeando luego el mismo término a Baala, la cual es Quiriat-jearim.
  10   Y este límite rodeaba desde Baala hacia el occidente al monte de Seir; y pasa al lado del monte de Jearim hacia el norte, ésta es Quesalón, y desciende a Bet-semes, y pasa a Timna.
  11   Sale luego este límite al lado de Ecrón hacia el norte; y rodea el mismo término a Sicrón, y pasa por el monte de Baala, y sale a Jabneel; y sale este término al mar.
  12   El término del occidente es el Mar Grande y su costa. Éste, es el término de los hijos de Judá en derredor, por sus familias.
  13   Mas a Caleb, hijo de Jefone, dio parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de Jehová a Josué, esto es, a Quiriat-arba, del padre de Anac, que es Hebrón.
  14   Y Caleb echó de allí tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán, y Talmai, hijos de Anac.
  15   De aquí subió a los que moraban en Debir; y el nombre de Debir era antes Quiriat-sefer.
  16   Y dijo Caleb: Al que hiriere a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré a mi hija Acsa por esposa.
  17   Y la tomó Otoniel, hijo de Cenaz, hermano de Caleb; y él le dio por esposa a su hija Acsa.
  18   Y aconteció que cuando ella vino a él, ella le persuadió para pedir a su padre un campo. Ella entonces se bajó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?
  19   Y ella respondió: Dame una bendición; puesto que me has dado tierra de sequedal, dame también fuentes de aguas. Él entonces le dio las fuentes de arriba, y las fuentes de abajo.
  20   Ésta, pues, es la heredad de la tribu de los hijos de Judá por sus familias.
  21   Y fueron las ciudades del término de la tribu de los hijos de Judá hacia el término de Edom hacia el sur; Cabseel, Eder, Jagur,
  22   Cina, Dimona, Adada,
  23   Cedes, Hazor, Itnán,
  24   Zif, Telem, Bealot,
  25   Hazor-hadata y Queriot-hezrón, que es Hazor,
  26   Amam, Sema, Molada,
  27   Asar-gada, Hesmón, Bet-pelet,
  28   Hasar-sual, Beerseba, Bizotia,
  29   Baala, Iim, Esem,
  30   Eltolad, Cesil, Horma,
  31   Siclag, Madmana, Sansana,
  32   Lebaot, Silim, Aín y Rimón; en todas veintinueve ciudades con sus aldeas.
  33   En las llanuras, Estaol, Zora, Asena,
  34   Zanoa, Enganim, Tapúa, Enam,
  35   Jarmut, Adulam, Soco, Azeca,
  36   Saaraim, Aditaim, Gedera y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas.
  37   Senán, Hadasa, Migdalgad,
  38   Dilán, Mizpa, Jocteel,
  39   Laquis, Boscat, Eglón,
  40   Cabón, Lamas, Quitlis,
  41   Gederot, Bet-dagón, Naama y Maceda; dieciséis ciudades con sus aldeas.
  42   Libna, Eter, Asán,
  43   Jifta, Asena, Nesib,
  44   Keila, Aczib y Maresa; nueve ciudades con sus aldeas.
  45   Ecrón con sus villas y sus aldeas:
  46   Desde Ecrón hasta el mar, todas las que están a la costa de Asdod con sus aldeas.
  47   Asdod con sus villas y sus aldeas: Gaza con sus villas y sus aldeas hasta el río de Egipto, y el Mar Grande con sus términos.
  48   Y en las montañas, Samir, Jatir, Soco,
  49   Dana, Quiriat-sana, que es Debir,
  50   Anab, Estemoa, Anim,
  51   Gosén, Holón y Gilo; once ciudades con sus aldeas.
  52   Arab, Duma, Esán,
  53   Janum, Bet-tapúa, Afeca,
  54   Humta, Quiriat-arba, que es Hebrón y Sior; nueve ciudades con sus aldeas.
  55   Maón, el Carmelo, Zif, Juta,
  56   Jezreel, Jocdeam, Zanoa,
  57   Caín, Gabaa y Timna; diez ciudades con sus aldeas.
  58   Halhul, Bet-zur, Gedor,
  59   Maarat, Bet-anot y Eltecón; seis ciudades con sus aldeas.
  60   Quiriat-baal, que es Quiriat-jearim y Rabá; dos ciudades con sus aldeas.
  61   En el desierto, Bet-araba, Midín, Secaca,
  62   Nibsan, la ciudad de la sal y Engadi; seis ciudades con sus aldeas.
  63   Mas a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no los pudieron desarraigar; antes quedó el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá, hasta hoy.

 
Josué 16
 
  1   Y la suerte de los hijos de José salió desde el Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente, al desierto que sube de Jericó al monte de Betel:
  2   Y de Betel sale a Luz, y pasa al término de Arqui en Atarot;
  3   y torna a descender hacia el mar al término de Jaflet, hasta el término de Bet-horón la de abajo, y hasta Gezer; y sale al mar.
  4   Recibieron pues heredad los hijos de José, Manasés y Efraín.
  5   Y fue el término de los hijos de Efraín por sus familias, fue el término de su herencia a la parte oriental, desde Atarot-adar hasta Bet-horón la de arriba:
  6   Y sale este término al mar, y a Micmetat al norte, y da vuelta este término hacia el oriente a Tanat-silo, y de aquí pasa al oriente a Janoa.
  7   Y de Janoa desciende a Atarot, y a Naara, y toca en Jericó, y sale al Jordán.
  8   Y de Tapúa torna este término hacia el mar al arroyo de Cana, y sale al mar. Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Efraín por sus familias.
  9   Hubo también ciudades que se apartaron para los hijos de Efraín en medio de la herencia de los hijos de Manasés, todas las ciudades con sus aldeas.
  10   Y no echaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario.

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