Deuteronomio 19-26


 
Deuteronomio 19
 
  1   Cuando Jehová tu Dios talare las naciones, cuya tierra Jehová tu Dios te da a ti, y tú las heredares, y habitares en sus ciudades, y en sus casas;
  2   Te apartarás tres ciudades en medio de tu tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas.
  3   Te arreglarás el camino, y dividirás en tres partes el término de tu tierra, que Jehová tu Dios te dará en heredad, y será para que todo homicida huya allí.
  4   Y éste es el caso del homicida que ha de huir allí para salvar su vida; el que hiriere a su prójimo por yerro, al cual no le tenía aversión previamente.
  5   Como el que fue con su prójimo al monte a cortar leña, y poniendo fuerza con su mano en el hacha para cortar algún leño, saltó el hierro del cabo, y encontró a su prójimo, y murió; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
  6   no sea que el pariente del muerto vaya tras el homicida, cuando se enardeciere su corazón, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte; por cuanto no tenía enemistad con su prójimo previamente.
  7   Por tanto yo te mando, diciendo: Tres ciudades te apartarás.
  8   Y si Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que prometió dar a tus padres;
  9   y guardares todos estos mandamientos, que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a Jehová tu Dios y andes en sus caminos todos los días, entonces añadirás tres ciudades a más de estas tres;
  10   para que no sea derramada sangre inocente en medio de tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y sea sobre ti sangre.
  11   Mas cuando hubiere alguno que aborreciere a su prójimo, y lo acechare, y se levantare sobre él, y lo hiriere de muerte, y muriere, y huyere a alguna de estas ciudades;
  12   entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del pariente del muerto, y morirá.
  13   No le perdonará tu ojo; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.
  14   No reducirás el término de tu prójimo, el cual señalaron los antiguos en tu heredad, la que poseyeres en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas.
  15   No valdrá un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en cualquier pecado que se cometiere. En el testimonio de dos testigos, o en el testimonio de tres testigos consistirá el asunto.
  16   Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar alguna transgresión contra él,
  17   entonces los dos hombres litigantes se presentarán delante de Jehová, delante de los sacerdotes y jueces que fueren en aquellos días.
  18   Y los jueces inquirirán bien, y si aquel testigo resultare falso, y que testificó falsamente contra su hermano,
  19   entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti.
  20   Y los que quedaren oirán, y temerán, y no volverán más a hacer una mala cosa como ésta, en medio de ti.
  21   Y no perdonará tu ojo; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

 
Deuteronomio 20
 
  1   Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios es contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.
  2   Y será que, cuando os acercareis para combatir, vendrá el sacerdote, y hablará al pueblo,
  3   y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, no os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos.
  4   Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.
  5   Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la estrene.
  6   ¿Y quién ha plantado viña, y no ha hecho común uso de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la goce.
  7   ¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la tome.
  8   Y tornarán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y tierno de corazón? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como su corazón.
  9   Y será que, cuando los oficiales acabaren de hablar al pueblo, entonces los capitanes de los ejércitos mandarán delante del pueblo.
  10   Cuando te acercares a una ciudad para combatirla, le proclamarás la paz.
  11   Y será que, si te diere respuesta de paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te serán tributarios, y te servirán.
  12   Mas si no hiciere paz contigo, y emprendiere guerra contra ti, entonces la sitiarás.
  13   Luego que Jehová tu Dios la entregare en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada.
  14   Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que hubiere en la ciudad, todo el despojo, tomarás para ti: y comerás del despojo de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios te entregó.
  15   Así harás a todas las ciudades que estuvieren muy lejos de ti, que no fueren de las ciudades de estas naciones.
  16   Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida;
  17   antes del todo los destruirás; al heteo, y al amorreo, y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo; como Jehová tu Dios te ha mandado:
  18   Para que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones, que ellos hacen a sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios.
  19   Cuando pusieres cerco a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruyas su arboleda metiendo en ella hacha, porque de ella comerás; y no la talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio.
  20   Mas el árbol que supieres que no es árbol para comer, lo destruirás y lo talarás, y construye baluarte contra la ciudad que pelea contigo, hasta sojuzgarla.

 
Deuteronomio 21
 
  1   Y si en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas, fuere hallado alguien muerto echado en el campo, y no se supiere quién lo hirió,
  2   entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán hasta las ciudades que están alrededor del muerto:
  3   Y será, que los ancianos de aquella ciudad, de la ciudad más cercana al muerto, tomarán de la vacada una becerra que no haya trabajado, que no haya traído yugo;
  4   y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle áspero, que nunca haya sido arado ni sembrado, y cortarán el pescuezo a la becerra allí en el valle.
  5   Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en nombre de Jehová; y por el dicho de ellos se determinará todo pleito y toda llaga.
  6   Y todos los ancianos de aquella ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la becerra degollada en el valle.
  7   Y protestarán, y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo vieron.
  8   Sé misericordioso, oh Jehová, para con tu pueblo Israel, al cual tú redimiste; y no imputes la sangre inocente derramada en medio de tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.
  9   Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto en los ojos de Jehová.
  10   Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,
  11   y vieres entre los cautivos alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por esposa,
  12   la meterás en tu casa; y ella raerá su cabeza, y cortará sus uñas,
  13   y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa: y llorará a su padre y a su madre el tiempo de un mes: y después entrarás a ella, y tu serás su marido, y ella tu esposa.
  14   Y si ella no te agradare, entonces la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni mercadearás con ella, por cuanto la humillaste.
  15   Y si un hombre tuviere dos esposas, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le dieren hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida;
  16   será que, el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada en preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;
  17   Mas al hijo de la aborrecida reconocerá por primogénito, para darle una porción doble de todo lo que tiene; porque él es el principio de su vigor, suyo es el derecho de la primogenitura.
  18   Cuando alguno tuviere hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndolo castigado, no les obedeciere;
  19   entonces su padre y su madre lo tomarán, y lo sacarán a los ancianos de su ciudad, y a la puerta de su ciudad;
  20   y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho.
  21   Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán con piedras, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti; y todo Israel oirá, y temerá.
  22   Y si alguno hubiere cometido algún pecado digno de muerte, por el que haya de morir, y le habrás colgado de un madero,
  23   no dejarás su cuerpo toda la noche en el madero, mas sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad.

 
Deuteronomio 22
 
  1   No verás el buey de tu hermano, o su cordero, perdidos, y te retirarás de ellos; sin falta los volverás a tu hermano.
  2   Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no le conocieres, los recogerás en tu casa, y estarán contigo hasta que tu hermano los busque, y se los devolverás.
  3   Y así harás de su asno, así harás también de su vestido, y lo mismo harás con toda cosa perdida de tu hermano que se le perdiere, y tú la hallares: no podrás retraerte de ello.
  4   No verás el asno de tu hermano, o su buey, caídos en el camino, y te esconderás de ellos: con él has de procurar levantarlos.
  5   No vestirá la mujer ropa de hombre, ni el hombre se pondrá vestido de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
  6   Si encontrares en el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y estuviere la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomes la madre con los hijos;
  7   sin falta dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti; para que te vaya bien, y prolongues tus días.
  8   Cuando edificares casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no pongas sangre en tu casa, si de él cayere alguno.
  9   No sembrarás tu viña de varias semillas, para que no se pierda la plenitud de la semilla que sembraste, y el fruto de la viña.
  10   No ararás con buey y con asno juntamente.
  11   No vestirás ropa con mixtura de lana y lino juntamente.
  12   Te harás flecos en las cuatro orillas de tu manto con que te cubrieres.
  13   Cuando alguno tomare esposa, y después de haber entrado a ella la aborreciere,
  14   y le pusiere algunas faltas, y esparciere sobre ella mala fama, y dijere: Tomé a esta mujer, y me llegué a ella, y no la hallé virgen;
  15   entonces el padre de la joven y su madre tomarán, y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta.
  16   Y dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por esposa, y él la aborrece;
  17   y, he aquí, él le pone tachas de algunas cosas, diciendo: No encontré virgen a tu hija. Pero he aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la sábana delante de los ancianos de la ciudad.
  18   Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán;
  19   Y le multarán con cien siclos de plata, los cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y ella será su esposa; no podrá despedirla en todos sus días.
  20   Mas si esto fuere verdad, que no se hubiere hallado virginidad en la joven,
  21   entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán con piedras los hombres de su ciudad, y morirá; por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre: así quitarás el mal de en medio de ti.
  22   Cuando se sorprendiere alguno acostado con mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer; así quitarás el mal de Israel.
  23   Si hubiere una doncella virgen desposada con marido, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella;
  24   entonces los sacaréis a ambos a la puerta de aquella ciudad, y los apedrearéis con piedras, y morirán; la doncella porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la esposa de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.
  25   Mas si el hombre hallare en el campo a una doncella desposada, y él la forzare, y se acostare con ella, entonces morirá sólo el hombre que se acostó con ella;
  26   y a la doncella no harás nada; la doncella no tiene culpa de muerte; porque como cuando alguno se levanta contra su prójimo, y le quita la vida, así es en este caso.
  27   Porque él la halló en el campo; y la doncella desposada dio voces, pero no hubo quien la librase.
  28   Cuando alguno hallare doncella virgen, que no fuere desposada, y la tomare, y se acostare con ella, y fueren hallados;
  29   entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la doncella cincuenta siclos de plata, y ella será su esposa, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos sus días.
  30   No tomará alguno la esposa de su padre, ni descubrirá el regazo de su padre.

 
Deuteronomio 23
 
  1   No entrará en la congregación de Jehová el que fuere quebrado, ni el castrado.
  2   No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni aun en la décima generación entrará en la congregación de Jehová.
  3   No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová; ni aun en la décima generación entrará en la congregación de Jehová para siempre,
  4   Por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto; y porque alquiló contra ti a Balaam hijo de Beor de Petor de Mesopotamia, para que te maldijese.
  5   Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te volvió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.
  6   No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.
  7   No abominarás al idumeo, que tu hermano es; no abominarás al egipcio, que extranjero fuiste en su tierra.
  8   Los hijos que nacieren de ellos, a la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová.
  9   Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, guárdate de toda cosa mala.
  10   Cuando hubiere en ti alguno que no fuere limpio por accidente de noche, se saldrá del campo, y no entrará en él.
  11   Y será que al declinar de la tarde se lavará con agua, y cuando fuere puesto el sol, entrará en el campo.
  12   Y tendrás un lugar fuera del campamento, y saldrás allá fuera.
  13   Tendrás también una estaca entre tus armas; y será que, cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento:
  14   Porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y entregar tus enemigos delante de ti; por tanto será santo tu campamento: para que Él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.
  15   No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo.
  16   More contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde bien le estuviere: no le harás fuerza.
  17   No habrá ramera de las hijas de Israel, ni habrá sodomita de los hijos de Israel.
  18   No traerás precio de ramera, ni precio de perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios así lo uno como lo otro.
  19   No tomarás de tu hermano logro de dinero, ni logro de comida, ni logro de cosa alguna que se suele tomar.
  20   Del extraño tomarás logro, mas de tu hermano no lo tomarás, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos sobre la tierra a la cual entras para poseerla.
  21   Cuando prometieres voto a Jehová tu Dios, no tardarás en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y habría en ti pecado.
  22   Mas cuando te abstuvieres de prometer, no habrá en ti pecado.
  23   Guardarás lo que tus labios pronunciaren; y harás, como prometiste a Jehová tu Dios, lo que de tu voluntad hablaste por tu boca.
  24   Cuando entrares en la viña de tu prójimo, comerás uvas hasta saciar tu deseo: mas no pondrás en tu vaso.
  25   Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.

 
Deuteronomio 24
 
  1   Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa vergonzosa, le escribirá carta de repudio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
  2   Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.
  3   Y si la aborreciere este último, y le escribiere carta de repudio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si muriere el postrer hombre que la tomó para sí por esposa,
  4   no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su esposa, después que fue amancillada; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.
  5   Cuando alguno tomare esposa nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a su esposa que tomó.
  6   No tomarás en prenda la muela de molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.
  7   Cuando fuere hallado alguno que haya hurtado persona de sus hermanos los hijos de Israel, y hubiere mercadeado con ella, o la hubiere vendido, el tal ladrón morirá, y quitarás el mal de en medio de ti.
  8   Guárdate de llaga de lepra, observando diligentemente, y haciendo según todo lo que os enseñaren los sacerdotes levitas; cuidaréis de hacer como les he mandado.
  9   Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a Miriam en el camino, después que salisteis de Egipto.
  10   Cuando prestares alguna cosa a tu prójimo, no entrarás en su casa para tomarle prenda;
  11   fuera estarás, y el hombre a quien prestaste, te sacará afuera la prenda.
  12   Y si fuere hombre pobre, no duermas con su prenda:
  13   Precisamente le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que duerma en su ropa, y te bendiga: y te será justicia delante de Jehová tu Dios.
  14   No hagas agravio al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades:
  15   En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.
  16   Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.
  17   No torcerás el derecho del peregrino y del huérfano; ni tomarás por prenda la ropa de la viuda,
  18   sino que te acordarás que fuiste siervo en Egipto, y que de allí te rescató Jehová tu Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.
  19   Cuando segares tu mies en tu campo, y olvidares alguna gavilla en el campo, no volverás a tomarla: para el extranjero, para el huérfano, y para la viuda será; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos.
  20   Cuando sacudieres tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; para el extranjero, para el huérfano y para la viuda será.
  21   Cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras ti; para el extranjero, para el huérfano, y para la viuda será.
  22   Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto: por tanto, yo te mando que hagas esto.

 
Deuteronomio 25
 
  1   Cuando hubiere pleito entre algunos, y vinieren a juicio, y los juzgaren, y absolvieren al justo y condenaren al inicuo,
  2   será que, si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez lo hará echar en tierra, y le hará azotar delante de sí, según su delito, por cuenta,
  3   le hará dar cuarenta azotes, no más; no sea que, si lo hiriere con muchos azotes a más de éstos, se envilezca tu hermano delante de tus ojos.
  4   No pondrás bozal al buey cuando trillare.
  5   Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la esposa del muerto no se casará fuera con hombre extraño: su cuñado entrará a ella, y la tomará por su esposa, y hará con ella parentesco.
  6   Y será que el primogénito que ella diere a luz, se levantará en nombre de su hermano el muerto, para que el nombre de éste no sea raído de Israel.
  7   Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces la cuñada suya a la puerta a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo.
  8   Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si él se levantare, y dijere: No quiero tomarla,
  9   se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le descalzará el zapato de su pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no edificare la casa de su hermano.
  10   Y su nombre será llamado en Israel: La casa del descalzado.
  11   Cuando algunos riñeren juntos el uno con el otro, y llegare la esposa de uno para librar a su marido de mano del que le hiere, y metiere su mano y le trabare de sus vergüenzas;
  12   La cortarás entonces la mano, no la perdonará tu ojo.
  13   No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica.
  14   No tendrás en tu casa efa grande y efa pequeño.
  15   Pesas cumplidas y justas tendrás; efa cabal y justo tendrás; para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
  16   Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, cualquiera que hace agravio.
  17   Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino, cuando salisteis de Egipto:
  18   Que te salió al camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y fatigado; y no temió a Dios.
  19   Será pues, cuando Jehová tu Dios te hubiere dado reposo de tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredar para que la poseas, que raerás la memoria de Amalec de debajo del cielo: no te olvides.

 
Deuteronomio 26
 
  1   Y será que, cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y la poseyeres, y habitares en ella;
  2   entonces tomarás de las primicias de todos los frutos de la tierra, que sacares de tu tierra que Jehová tu Dios te da, y lo pondrás en un canastillo, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.
  3   Y llegarás al sacerdote que fuere en aquellos días, y le dirás: Reconozco hoy a Jehová tu Dios que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos había de dar.
  4   Y el sacerdote tomará el canastillo de tu mano, y lo pondrá delante del altar de Jehová tu Dios.
  5   Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un sirio a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y peregrinó allá con pocos hombres, y allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa.
  6   Y los egipcios nos maltrataron, y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
  7   Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y oyó Jehová nuestra voz, y vio nuestra aflicción, y nuestro trabajo, y nuestra opresión.
  8   Y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, y con brazo extendido, y con grande espanto, y con señales y con milagros:
  9   y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.
  10   Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
  11   Y te alegrarás con todo el bien que Jehová tu Dios te hubiere dado a ti y a tu casa, tú y el levita, y el extranjero que está en medio de ti.
  12   Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus villas, y se saciarán.
  13   Y dirás delante de Jehová tu Dios: Yo he sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, y al extranjero, y al huérfano, y a la viuda, conforme a todos tus mandamientos que me ordenaste; no he traspasado tus mandamientos ni me he olvidado de ellos.
  14   No he comido de ello en mi luto, ni he sacado de ello en inmundicia, ni de ello he ofrecido para los muertos; he obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.
  15   Mira desde la morada de tu santidad, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
  16   Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y derechos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón, y con toda tu alma.
  17   A Jehová has proclamado hoy para que te sea por Dios, y para andar en sus caminos, y para guardar sus estatutos y sus mandamientos y sus derechos, y para oír su voz:
  18   Y Jehová te ha proclamado hoy para que le seas su peculiar pueblo como Él te lo había prometido; para que guardes todos sus mandamientos,
  19   y para exaltarte sobre todas las naciones que Él hizo, para loor, y fama, y gloria; y para que seas pueblo santo a Jehová tu Dios, como Él ha dicho.

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