2 Crónicas 19-27


 
2 Crónicas 19
 
  1   Y Josafat rey de Judá se volvió en paz a su casa en Jerusalén.
  2   Y le salió al encuentro Jehú el vidente, hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues la ira de la presencia de Jehová será sobre ti por ello.
  3   Pero se han hallado en ti buenas cosas, porque cortaste de la tierra las imágenes de Asera, y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios.
  4   Habitó, pues, Josafat en Jerusalén; mas daba vuelta y salía al pueblo, desde Beerseba hasta el monte de Efraín, y los conducía a Jehová el Dios de sus padres.
  5   Y puso en la tierra jueces en todas las ciudades fuertes de Judá, por todos los lugares.
  6   Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros cuando juzgáis.
  7   Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; guardad y haced; porque en Jehová nuestro Dios no hay iniquidad, ni acepción de personas, ni recibir cohecho.
  8   Y puso también Josafat en Jerusalén algunos de los levitas y sacerdotes, y de los padres de familias de Israel, para el juicio de Jehová y para las causas. Y se volvieron a Jerusalén.
  9   Y les mandó, diciendo: Procederéis asimismo con temor de Jehová, con verdad, y con corazón íntegro.
  10   En cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos que habitan en las ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y precepto, estatutos y derechos, habéis de amonestarles que no pequen contra Jehová, porque no venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos. Haciendo así no pecaréis.
  11   Y he aquí Amarías el sacerdote será el que os presida en todo asunto de Jehová; y Zebadías hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, en todos los negocios del rey; también los levitas serán oficiales en presencia de vosotros. Actuad con valentía, y Jehová será con el bueno.

 
2 Crónicas 20
 
  1   Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros además de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
  2   Entonces vinieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Viene contra ti una grande multitud del otro lado del mar, y de este lado de Siria; y he aquí ellos están en Hazezón-tamar, que es Engadi.
  3   Y Josafat tuvo temor, y puso su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.
  4   Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová, y también de todas las ciudades de Judá vinieron a buscar a Jehová.
  5   Entonces Josafat se puso en pie en la congregación de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo;
  6   y dijo: Oh Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y señoreas sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?
  7   ¿No eres tú nuestro Dios, que echaste a los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la simiente de Abraham tu amigo para siempre?
  8   Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo:
  9   Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti ( porque tu nombre está en esta casa ), y en nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú oirás y nos ayudarás.
  10   Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a quienes no permitiste que Israel invadiese cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyesen;
  11   he aquí ellos nos dan el pago, viniendo a echarnos de la heredad que tú nos diste en posesión.
  12   ¡Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros y no sabemos qué hacer, mas a ti volvemos nuestros ojos.
  13   Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños, sus esposas y sus hijos.
  14   y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la congregación,
  15   y dijo: Oíd, todo Judá, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta tan grande multitud; porque la batalla no es vuestra, sino de Dios.
  16   Mañana descenderéis contra ellos: he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel.
  17   No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estaos quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová será con vosotros.
  18   Entonces Josafat se inclinó rostro en tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.
  19   Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel a fuerte y alta voz.
  20   Y se levantaron muy de mañana y salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
  21   Y habiendo consultado con el pueblo, puso a algunos que cantasen a Jehová, y alabasen en la hermosura de la santidad, mientras salían delante del ejército, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
  22   Y cuando comenzaron a cantar y a alabar, Jehová puso emboscadas contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados:
  23   Pues los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y como hubieron acabado a los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.
  24   Y luego que vino Judá a la atalaya del desierto, miraron hacia la multitud; y he aquí yacían ellos en tierra muertos, ninguno había escapado.
  25   Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas entre los cadáveres, así vestiduras como joyas preciosos, las cuales tomaron para sí, tantas, que no las podían llevar; tres días duró el despojo, porque era mucho.
  26   Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy.
  27   Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para tornarse a Jerusalén con gozo, porque Jehová les había dado gozo sobre sus enemigos.
  28   Y vinieron a Jerusalén, a la casa de Jehová, con salterios, arpas, y trompetas.
  29   Y el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel.
  30   Y el reino de Josafat tuvo reposo; porque su Dios le dio reposo por todas partes.
  31   Así reinó Josafat sobre Judá. Treinta y cinco años tenía cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi.
  32   Y anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová.
  33   Con todo eso los lugares altos no eran quitados; pues el pueblo aún no había enderezado su corazón al Dios de sus padres.
  34   Lo demás de los hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual es hecha mención en el libro de los reyes de Israel.
  35   Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel, el cual fue dado a la impiedad:
  36   E hizo con él compañía para construir navíos que fuesen a Tarsis; y construyeron los navíos en Ezión-geber.
  37   Entonces Eliezer hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras. Y los navíos se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.

 
2 Crónicas 21
 
  1   Y durmió Josafat con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David. Y reinó en su lugar su hijo Joram.
  2   Éste tuvo hermanos, hijos de Josafat: Azarías, Jehiel, Zacarías, Azarías, Micael, y Sefatías. Todos éstos fueron hijos de Josafat rey de Israel.
  3   Y su padre les había dado muchos dones de oro y de plata, y cosas preciosas, y ciudades fuertes en Judá; mas había dado el reino a Joram, porque él era el primogénito.
  4   Y cuando Joram ascendió al reino de su padre, y se hizo fuerte, mató a espada a todos sus hermanos, y asimismo algunos de los príncipes de Israel.
  5   Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años en Jerusalén.
  6   Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab; porque tenía por esposa a la hija de Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.
  7   Mas Jehová no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había dicho que le daría lámpara a él y a sus hijos perpetuamente.
  8   En los días de éste los edomitas se rebelaron contra el dominio de Judá, y pusieron rey sobre sí.
  9   Entonces pasó Joram con sus príncipes, y consigo todos sus carros; y se levantó de noche, e hirió a los edomitas que le habían cercado, y a todos los comandantes de sus carros.
  10   Así que los edomitas se rebelaron contra la mano de Judá hasta hoy. También se rebeló en el mismo tiempo Libna para no estar bajo su mano; por cuanto él había dejado a Jehová el Dios de sus padres.
  11   Además de esto edificó lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicasen, y a lo mismo impelió a Judá.
  12   Y le vino una carta del profeta Elías que decía: Jehová el Dios de David tu padre ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,
  13   sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicase Judá, y los moradores de Jerusalén, como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran mejores que tú.
  14   He aquí Jehová herirá a tu pueblo de una grande plaga, y a tus hijos y a tus esposas, y a toda tu hacienda;
  15   y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus intestinos, hasta que los intestinos se te salgan a causa de tu enfermedad día tras día.
  16   Entonces despertó Jehová contra Joram el espíritu de los filisteos, y de los árabes que estaban junto a los etíopes;
  17   y subieron contra Judá, e invadieron la tierra, y tomaron toda la hacienda que hallaron en la casa del rey, y a sus hijos, y a sus esposas; que no le quedó hijo, sino Joacaz el menor de sus hijos.
  18   Después de todo esto Jehová lo hirió en las entrañas de una enfermedad incurable.
  19   Y aconteció que, en el transcurrir de los días, al cabo de dos años, las entrañas se le salieron con la enfermedad, muriendo así de enfermedad muy penosa. Y no le hizo quema su pueblo, como lo habían hecho a sus padres.
  20   Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalén ocho años; y se fue sin ser deseado. Y lo sepultaron en la ciudad de David, mas no en los sepulcros de los reyes.

 
2 Crónicas 22
 
  1   Y los moradores de Jerusalén hicieron rey en lugar suyo a Ocozías su hijo menor, porque la tropa había venido con los árabes al campamento y había dado muerte a todos los mayores; por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá.
  2   Cuarenta y dos años tenía Ocozías cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri.
  3   También él anduvo en los caminos de la casa de Acab, porque su madre le aconsejaba a que hiciese impíamente.
  4   Hizo, pues, lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición.
  5   Y él anduvo en los consejos de ellos, y fue a la guerra con Joram hijo de Acab, rey de Israel, contra Hazael rey de Siria, a Ramot de Galaad, donde los sirios hirieron a Joram.
  6   Y se volvió para curarse en Jezreel de las heridas que le habían hecho en Ramá, peleando con Hazael rey de Siria. Y descendió Azarías hijo de Joram, rey de Judá, a visitar a Joram hijo de Acab, en Jezreel, porque éste estaba enfermo.
  7   Pero esto venía de Dios, para que Ocozías fuese hollado viniendo a Joram; porque cuando vino, salió con Joram contra Jehú hijo de Nimsi, al cual Jehová había ungido para que talase la casa de Acab.
  8   Y aconteció que cuando Jehú ejecutaba juicio contra la casa de Acab, halló a los príncipes de Judá, y a los hijos de los hermanos de Ocozías, que servían a Ocozías, y los mató.
  9   Y buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, lo tomaron, y lo trajeron a Jehú, y le mataron; y le dieron sepultura, porque dijeron: Es hijo de Josafat, el cual buscó a Jehová de todo su corazón. Y la casa de Ocozías no tenía fuerzas para poder retener el reino.
  10   Entonces Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la simiente real de la casa de Judá.
  11   Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías, y lo arrebató de entre los hijos del rey, a los cuales mataban, y le guardó a él y a su ama en una recámara. Así lo escondió Josabet, hija del rey Joram, esposa de Joiada el sacerdote ( porque ella era hermana de Ocozías ), de delante de Atalía, y no lo mataron.
  12   Y estuvo con ellos escondido en la casa de Dios seis años. Entre tanto Atalía reinaba en el país.

 
2 Crónicas 23
 
  1   Mas el séptimo año se animó Joiada, y tomó consigo en alianza a los centuriones, Azarías hijo de Jeroham, y a Ismael hijo de Johanán, y a Azarías hijo de Obed, y a Maasías hijo de Adaías, y a Elisafat hijo de Zicri;
  2   los cuales rodeando por Judá, juntaron a los levitas de todas las ciudades de Judá, y a los príncipes de las familias de Israel, y vinieron a Jerusalén.
  3   Y toda la multitud hizo alianza con el rey en la casa de Dios. Y él les dijo: He aquí el hijo del rey, el cual reinará, como Jehová lo tiene dicho de los hijos de David.
  4   Esto es lo que habéis de hacer: una tercera parte de vosotros que entran el sábado, estarán de porteros con los sacerdotes y los levitas;
  5   y una tercera parte estará en la casa del rey; y una tercera parte, a la puerta del Fundamento; y todo el pueblo estará en los atrios de la casa de Jehová.
  6   Y ninguno entre en la casa de Jehová, sino los sacerdotes y levitas que sirven; éstos entrarán, porque están consagrados; y todo el pueblo hará la guardia de Jehová.
  7   Y los levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; y cualquiera que entrare en la casa, que muera; y estaréis con el rey cuando entrare, y cuando saliere.
  8   Y los levitas y todo Judá lo hicieron todo como lo había mandado el sacerdote Joiada; y tomó cada uno a los suyos, los que entraban el sábado, y los que salían el sábado; porque el sacerdote Joiada no dio licencia a las compañías.
  9   Dio también el sacerdote Joiada a los centuriones las lanzas, paveses y escudos que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Dios;
  10   y puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo, hacia el altar y la casa, en derredor del rey por todas partes.
  11   Entonces sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona, le dieron el testimonio y le proclamaron rey; y Joiada y sus hijos le ungieron, diciendo luego: ¡Viva el rey!
  12   Y como Atalía oyó el estruendo de la gente que corría, y de los que aclamaban al rey, vino al pueblo a la casa de Jehová;
  13   y mirando, vio al rey que estaba junto a su columna a la entrada, y los príncipes y los trompetistas junto al rey, y todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y tocaban trompetas, y los cantores con instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y dijo: ¡Traición! ¡Traición!
  14   Entonces el sacerdote Joiada sacó a los centuriones que estaban al mando del ejército, y les dijo: Sacadla fuera del recinto; y el que la siguiere, muera a filo de espada. Porque el sacerdote había mandado que no la matasen en la casa de Jehová.
  15   Ellos, pues, le echaron mano, y luego que hubo ella pasado la entrada de la puerta de los Caballos de la casa del rey, allí la mataron.
  16   Y Joiada hizo pacto entre sí y todo el pueblo y el rey, que serían pueblo de Jehová.
  17   Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal, y lo derribaron, y también sus altares; e hicieron pedazos sus imágenes, y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal.
  18   Luego ordenó Joiada los oficios en la casa de Jehová bajo la mano de los sacerdotes y levitas, según David los había distribuido en la casa de Jehová, para ofrecer a Jehová los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y cantos, conforme fue ordenado por David.
  19   Puso también porteros a las puertas de la casa de Jehová, para que por ninguna vía entrase ningún inmundo.
  20   Tomó después a los centuriones, y a los principales, y a los que gobernaban el pueblo; y a todo el pueblo de la tierra, e hizo descender al rey de la casa de Jehová; y vinieron a través de la puerta mayor a la casa del rey, y sentaron al rey sobre el trono del reino.
  21   Y se regocijó todo el pueblo del país, y la ciudad estuvo quieta, después que mataron a Atalía a filo de espada.

 
2 Crónicas 24
 
  1   Siete años tenía Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
  2   Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote.
  3   Y Joiada tomó para él dos esposas; y engendró hijos e hijas.
  4   Después de esto aconteció que Joás tuvo voluntad de reparar la casa de Jehová.
  5   Y juntó a los sacerdotes y a los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y juntad dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Mas los levitas no pusieron diligencia.
  6   Por lo cual el rey llamó a Joiada el principal, y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén al tabernáculo de la congregación, la ofrenda que impuso Moisés siervo de Jehová, y de la congregación de Israel?
  7   Porque la impía Atalía y sus hijos habían destruido la casa de Dios, y además habían gastado en los ídolos todas las cosas consagradas a la casa de Jehová.
  8   Mandó, pues, el rey que hiciesen un arca, la cual pusieron fuera a la puerta de la casa de Jehová;
  9   e hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén, que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés siervo de Dios había impuesto a Israel en el desierto.
  10   Y todos los príncipes y todo el pueblo se gozaron, y trajeron ofrendas, y echaron en el arca hasta llenarla.
  11   Y como venía el tiempo para llevar el arca al magistrado del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciaban, y la volvían a su lugar; y así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero;
  12   y el rey y Joiada lo daban a los que hacían la obra del servicio de la casa de Jehová, y contrataban canteros y carpinteros para que reparasen la casa de Jehová, y a los que trabajaban con hierro y bronce para que reparasen la casa de Jehová.
  13   Hacían, pues, los artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron la casa de Dios a su condición, y la consolidaron.
  14   Y cuando hubieron acabado, trajeron lo que quedaba del dinero al rey y a Joiada, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada.
  15   Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días; tenía ciento treinta años cuando murió.
  16   Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho bien con Israel, y para con Dios, y con su casa.
  17   Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá, y se postraron ante el rey; y el rey los oyó.
  18   Y abandonaron la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a las imágenes de Asera y a las imágenes esculpidas; y la ira vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado.
  19   Y les envió profetas para que los volviesen a Jehová, los cuales les amonestaron; mas ellos no los escucharon.
  20   Y el Espíritu de Dios envistió a Zacarías, hijo de Joiada el sacerdote, y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así dice Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber abandonado a Jehová, Él también os abandonará.
  21   Mas ellos hicieron conspiración contra él, y por mandato del rey, lo apedrearon en el atrio de la casa de Jehová.
  22   Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que su padre Joiada había hecho con él, antes mató su hijo; el cual dijo al morir: Jehová lo vea, y lo demande.
  23   A la vuelta del año subió contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a Jerusalén, y destruyeron en el pueblo a todos los principales de él, y enviaron todo el despojo al rey a Damasco.
  24   Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová les entregó en sus manos un ejército muy numeroso; por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. Y así ejecutaron juicio contra Joás.
  25   Y yéndose de él los sirios, lo dejaron en muchas enfermedades; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y le hirieron en su cama, y murió. Y le sepultaron en la ciudad de David, mas no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.
  26   Los que conspiraron contra él fueron Zabad, hijo de Simeat amonita, y Jozabad, hijo de Simrit moabita.
  27   Y en cuanto a sus hijos, y a la multiplicación que hizo de las rentas, y de la restauración de la casa de Jehová, he aquí está escrito en la historia del libro de los reyes. Y reinó en su lugar Amasías su hijo.

 
2 Crónicas 25
 
  1   Veinticinco años tenía Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén: el nombre de su madre fue Joadan, de Jerusalén.
  2   Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová aunque no de perfecto corazón.
  3   Y luego que fue confirmado en el reino, mató a sus siervos que habían matado al rey su padre.
  4   Mas no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, donde Jehová mandó, diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado.
  5   Juntó luego Amasías a Judá, y con arreglo a las familias les puso jefes de millares y de centenas por todo Judá y Benjamín; y puso en lista a los de veinte años arriba, y fueron hallados en ellos trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que tenían lanza y escudo.
  6   Y de Israel tomó a sueldo cien mil hombres valientes, por cien talentos de plata.
  7   Mas un varón de Dios vino a él, diciéndole: Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque Jehová no es con Israel, ni con todos los hijos de Efraín.
  8   Pero si quieres ir, ve, esfuérzate para la batalla, pero Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar.
  9   Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: De Jehová es darte mucho más que esto.
  10   Entonces Amasías apartó el escuadrón de la gente que había venido a él de Efraín, para que se fuesen a sus casas: y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y se volvieron a sus casas encolerizados.
  11   Esforzándose entonces Amasías, sacó a su pueblo, y vino al valle de la Sal, y mató de los hijos de Seir diez mil.
  12   Y los hijos de Judá tomaron vivos otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos.
  13   Mas los del escuadrón que Amasías había despedido, para que no fuesen con él a la guerra, acometieron las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-horón, e hirieron de ellos tres mil, y tomaron un grande despojo.
  14   Regresando luego Amasías de la matanza de los edomitas, trajo también consigo los dioses de los hijos de Seir, y los puso para sí por dioses, y se inclinó ante ellos y les quemó incienso.
  15   Por lo cual se encendió el furor de Jehová contra Amasías, y envió a él un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de la gente, que no libraron a su pueblo de tus manos?
  16   Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso: ¿Por qué quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha determinado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste a mi consejo.
  17   Y Amasías rey de Judá, habiendo tomado consejo, envió a decir a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara a cara.
  18   Entonces Joás rey de Israel envió a decir a Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano, envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por esposa. Y he aquí que las bestias fieras que estaban en el Líbano, pasaron, y hollaron el cardo.
  19   Tú dices: He aquí he herido a Edom; y tu corazón se enaltece para gloriarte; ahora quédate en tu casa; ¿para qué provocas tu mal, para caer tú y Judá contigo?
  20   Pero Amasías no quiso oír; porque esto venía de Dios, que los quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom.
  21   Subió, pues, Joás rey de Israel, y se vieron cara a cara él y Amasías rey de Judá, en Bet-semes, la cual es de Judá.
  22   Pero cayó Judá delante de Israel, y huyó cada uno a su estancia.
  23   Y Joás rey de Israel prendió en Bet-semes a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Joacaz, y lo llevó a Jerusalén; y derribó el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta del Ángulo, cuatrocientos codos.
  24   Asimismo tomó todo el oro y la plata, y todos los utensilios que se hallaron en la casa de Dios en casa de Obed-edom, y los tesoros de la casa del rey, y los hijos de los príncipes, y se volvió a Samaria.
  25   Y vivió Amasías hijo de Joás, rey de Judá, quince años después de la muerte de Joás hijo de Joacaz rey de Israel.
  26   Lo demás de los hechos de Amasías, primeros y postreros, ¿no está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel?
  27   Desde aquel tiempo que Amasías se apartó de Jehová, maquinaron contra él conjura en Jerusalén; y habiendo él huido a Laquis, enviaron tras él a Laquis, y allá lo mataron;
  28   y lo trajeron en caballos, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de Judá.

 
2 Crónicas 26
 
  1   Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía dieciséis años, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías su padre.
  2   Edificó él a Elot, y la restituyó a Judá después que el rey durmió con sus padres.
  3   Dieciséis años tenía Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolía, de Jerusalén.
  4   E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre.
  5   Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días que él buscó a Jehová, Él le prosperó.
  6   Y salió, y peleó contra los filisteos, y rompió el muro de Gat, y el muro de Jabnia, y el muro de Asdod; y edificó ciudades en Asdod, y en la tierra de los filisteos.
  7   Y Dios le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los meunitas.
  8   Y dieron los amonitas presentes a Uzías, y se divulgó su nombre hasta la entrada de Egipto; porque se había hecho altamente poderoso.
  9   Edificó también Uzías torres en Jerusalén, junto a la puerta del Ángulo, y junto a la puerta del Valle, y junto a las esquinas; y las fortificó.
  10   Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas; porque tuvo muchos ganados, así en los valles como en las vegas; y viñas, y labranzas, así en los montes como en el Carmelo; porque era amigo de la agricultura.
  11   Tuvo también Uzías escuadrones de guerreros, los cuales salían a la guerra en ejército, según que estaban por lista hecha por mano de Jeiel escriba y de Maasías gobernador, y por mano de Hananías, uno de los príncipes del rey.
  12   Todo el número de los jefes de familias, valientes y esforzados, era dos mil seiscientos.
  13   Y bajo la mano de éstos estaba el ejército de guerra, de trescientos siete mil quinientos guerreros poderosos y fuertes para ayudar al rey contra los enemigos.
  14   Y les aprestó Uzías para todo el ejército, escudos, lanzas, almetes, coseletes, arcos, y hondas de tirar piedras.
  15   E hizo en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros, para que estuviesen en las torres y en los baluartes, para arrojar saetas y grandes piedras, y su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse fuerte.
  16   Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.
  17   Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, de los valientes.
  18   Y se pusieron contra el rey Uzías, y le dijeron: No a ti, oh Uzías, el quemar incienso a Jehová, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para quemarlo. Sal del santuario, por que has prevaricado, y no te será para gloria delante de Jehová Dios.
  19   Y Uzías, que tenía en su mano un incensario para quemar incienso, se llenó de ira; y en esta su ira contra los sacerdotes, la lepra le salió en la frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso.
  20   Y le miró Azarías el sumo sacerdote, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; y le hicieron salir aprisa de aquel lugar; y él también se dio prisa a salir, porque Jehová lo había herido.
  21   Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó en una casa apartada, leproso, por lo que había sido separado de la casa de Jehová; y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra.
  22   Lo demás de los hechos de Uzías, primeros y postreros, lo escribió Isaías profeta, hijo de Amoz.
  23   Y durmió Uzías con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en el campo de los sepulcros reales; porque dijeron: Leproso es. Y reinó Jotam su hijo en lugar suyo.

 
2 Crónicas 27
 
  1   Veinticinco años tenía Jotam cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jerusa, hija de Sadoc.
  2   E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Uzías su padre, salvo que no entró en el templo de Jehová. Y el pueblo continuaba corrompiéndose.
  3   Edificó él la puerta mayor de la casa de Jehová, y en el muro de la fortaleza edificó mucho.
  4   Además edificó ciudades en las montañas de Judá, y labró palacios y torres en los bosques.
  5   También tuvo él guerra con el rey de los hijos de Amón, a los cuales venció; y le dieron los hijos de Amón en aquel año cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo, y diez mil de cebada. Esto le dieron los hijos de Amón, y lo mismo en el segundo año, y en el tercero.
  6   Así que Jotam se hizo fuerte, porque preparó sus caminos delante de Jehová su Dios.
  7   Lo demás de los hechos de Jotam, y todas sus guerras, y sus caminos, he aquí está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá.
  8   Cuando comenzó a reinar tenía veinticinco años, y dieciséis años reinó en Jerusalén.
  9   Y durmió Jotam con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David; y reinó en su lugar Acaz su hijo.

Retorno